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Huelva

Un total de 246 onubenses ha iniciado este año tratamiento en los centros ambulatorios por adicción al alcohol

De estas admisiones, el 83,4 por ciento correspondió a hombres y el 16,7 a mujeres

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Un total de 246 onubenses ha iniciado en lo que va de año tratamiento por adicción al alcohol en la red de centros ambulatorios existente en la provincia de Huelva, una cifra que en el mismo periodo de 2011 ascendió a 199. De estas admisiones, el 83,4 por ciento correspondió a hombres y el 16,7 a mujeres, mientras que en el conjunto global de asistencias prestadas por estos centros, los problemas con el alcohol representan el 20,2 por ciento.
   Según los datos que maneja la Dirección General de Servicios Sociales y Atención a la Drogodependencia, dependiente de la Consejería de Salud y Bienestar Social, recabados con motivo del Día Internacional contra el Abuso del Alcohol que se celebra hoy, el perfil medio de la persona que acude a la red de asistencial es de varón, de 43,9 años, en paro (47,16 por ciento), con estudios primarios o inferiores (53,46) y con familia propia (51,74), según ha informado la Junta en una nota.
   Además, la persona adicta al alcohol no presentaba problemas legales previos a la dependencia (88,92) --si se encuentra con este tipo de problemática tras la adicción en un 59,3 por ciento--, no tiene trastornos psicopatológicos (58,93) y acude a consulta principalmente por iniciativa propia (31,77).
   El alcohol es la sustancia psicoactiva con un consumo más extendido en nuestro entorno. En Andalucía, según el último estudio de La Población Andaluza ante las Drogas --un estudio bienal cuya última edición se presentó en agosto--, el 86,4 por ciento de las personas entrevistadas (de 12 a 64 años) señala que lo ha tomado en alguna ocasión, el 74 por ciento lo ha consumido en el último año y el 58 en el último mes.
   Por grupos de edad, se observa que las prevalencias de consumo de alcohol más elevadas se detectan entre los 21 y los 24 años, sobre todo cuando se trata del consumo en el último año (84,7) y en el último mes (67,3). En cuanto al género, el consumo de alcohol es bastante mayor entre los hombres que entre las mujeres y la diferencia se acrecienta a medida que se trata de un consumo más reciente y habitual. Así, el consumo diario es del 14,2 por ciento entre los hombres y del 3,4 entre las mujeres. 
   El consumo es muy superior en los fines de semana que en los días laborables, y es en los fines de semana donde se encuentra más igualado entre los hombres y las mujeres, aunque el porcentaje de hombres que toma alcohol en fines de semana es también mayor que el de las mujeres (67,2 por ciento vs 47,4). En días laborables, la diferencia se acrecienta: el 47,8 por ciento de los hombres lo hace frente a un 21 de las mujeres.
   La edad media del primer consumo de alcohol en 2011 es de 16,9 años, y desciende medio año con respecto al estudio de 2009. Este descenso es más notable entre las mujeres, para las que la edad de inicio desciende casi un año entero (de 18,6 años a 17,7). Por eso, uno de los objetivos fundamentales de las políticas preventivas en retrasar la edad de inicio en los consumos.

PREVENCIÓN

   Ante este problema, Salud y Bienestar Social, a través del Plan Andaluz sobre Drogas y Adicciones, incluye como áreas de actuación la prevención del consumo y la atención de aquellas personas que hayan establecido una dependencia al alcohol.
   Para actuar es necesario disponer de información adecuada sobre la realidad del fenómeno sobre el que se quiere intervenir. En el ámbito de las adicciones se manejan, entre otros, datos proporcionados por las encuestas de población y datos de las personas que demandan atención en un centro asistencial específico.
   La prevención de las drogodependencias y adicciones en los centros educativos de Andalucía es uno de los pilares de la política de la Consejería de Salud y Bienestar Social. Tiene entre sus objetivos conseguir que el alumnado desarrolle hábitos y costumbres saludables, que los valoren como uno de los aspectos básicos de la calidad de vida y que rechacen las pautas de comportamiento que no conducen a la adquisición de un bienestar físico y mental.
   Desde el año 1997, con la colaboración de la Consejería de Educación, se vienen desarrollando programas de prevención de las drogodependencias y adicciones dirigidos al alumnado escolarizado en los niveles de primaria, secundaria y bachillerato para retrasar la edad de inicio en el alcohol.

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