Muerte de caballos a causa de piensos contaminados

Publicado: 05/04/2016
Al menos 22 equinos han fallecido en Huelva, Sevilla, Cádiz y Málaga al ingerir su alimentación adulterada con narasina, un antibiótico para pollos
Al menos 22 caballos han fallecido en los últimos meses en las provincias de Huelva, Sevilla, Cádiz y Málaga a causa de la ingesta de piensos contaminados. La adulteración de los alimentos se produjo al mezclarse narasina, un antibiótico para pollos, en una partida de piensos. Según ha adelantado en su edición de marzo la revista Lepe Actual, al menos siete de estas muertes se han producido en Lepe, y uno de los mayores afectados ha sido Piensos Cermeño, ya que se proveía de los fabricantes para la elaboración de sus piensos. En este sentido, la Delegación Territorial de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural en Huelva exime de responsabilidades a la empresa lepera, ya que, según la investigación, “se confirma que el origen de esta contaminación está en el pienso complementario empleado en su fabricación; pienso complementario adquirido a otro fabricante mayorista”.

Según la Consejería de Agriculura y Pesca,  en primera instancia se pensó que podía ser una enfermedad trasmitida por mosquitos, la fiebre del Nilo. Esta enfermedad afecta principalmente al cerebro y su envoltorio o meninges, produciendo su inflamación y el consiguiente trastorno en su función nerviosa. Por ello, los caballos afectados presentan sintomatología neurológica.

Estos caballos pueden presentar fiebre o no, y entre los síntomas que pueden observarse se encuentran pérdida de apetito, depresión, cambios de conducta, caída del labio inferior, problemas en la deglución, reflejos y sensibilidad facial alterada, disminución de la visión, rechinar de dientes, debilidad general, que suele ser mayor en los miembros posteriores, ataxia o incoordinación de la marcha, contracciones muscular, movimiento en círculos y fasciculaciones. Estos síntomas pueden progresar y agravarse de manera que el caballo presente convulsiones, parálisis, incapacidad para permanecer de pie y, en ocasiones, entrada en estado comatoso que termina con la muerte. No obstante, los resultados de los análisis descartaron la enfermedad al hallar Narasina en los piensos que comían los animales.

Según la Consejería de Agricultura y Pesca, “tras la realización de investigaciones para la detección de distintas enfermedades infecciosas y para la detección de distintas toxinas y sustancias indeseables en los piensos administrados a estos caballos, se ha detectado la presencia de Narasina en estos piensos, un coccidiostato autorizado como aditivo en pienso de pollos de engorde, en niveles muy por encima del límite establecido por la normativa para piensos de caballos. La narasina en dosis elevadas produce en los équidos anorexia, inquietud, disnea, sudoración, ataxia progresiva, decúbito, intentos fallidos por levantarse y muerte, cuadro que encaja con la sintomatología detectada en los casos investigados”.

 

¿Qué es la narasina?

La Narasina es un antibiótico de segunda generación que se usa en la cría y engorde de los pollos. Se presenta como una premezcla granulada para uso en alimento para pollos de engorda o en cerdos en etapas de crecimiento y finalización, como auxiliar en la prevención de la Coccidiosis causada por: E. necatrix, E. tenella, E. acervulina, E. brunetti, E. mivati y E. maxima. Se usa para incrementar la ganancia de peso y mejorar la conversión alimenticia en las etapas de crecimiento y finalización.

La Coccidiosis es una enfermedad intestinal que puede afectar tanto al hombre como a los animales, producida por coccidios del género Eimeria o Isospora. Genera efectos económicos en la industria ganadera al afectar al ganado vacuno, al ganado ovino, al ganado caprino, al ganado porcino, las aves de corral y también a los conejos. Los caballos, perros y gatos también pueden enfermarse de coccidiosis aunque es muy poco diagnosticada.

La enfermedad se transmite por el contacto con heces o por ingestión de tejidos infectados. El síntoma primario es la diarrea, que pueden llegar a ser sangrienta en los casos severos. La mayoría de los animales infectados por coccidios son asintomáticos; sin embargo, los jóvenes o inmunodeficientes pueden sufrir síntomas severos, incluyendo la muerte. Aunque los coccidios pueden infectar a una amplia variedad de animales, incluyendo seres humanos y ganado, son generalmente parásitos específicos.

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