Y es que el Recreativo ha superado un primer obstáculo, pero todavía quedan más en su futuro inmediato. Antes del próximo martes 5 de julio deberá de presentar su aval federativo para inscribirse en la categoría, una cantidad que ronda los 250.000 euros. Además, el club onubense está obligado a abonar su deuda de unos 750.000 euros con la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) durante este mes.
No quedan los pagos aquí. El Decano, que pasará a manos municipales el próximo viernes 8 de julio tras la expropiación de acciones de Gildoy España en el club, tiene que afrontar el tercer plazo del plan de pagos, correspondiente al Concurso que se aprobó en la Junta de Acreedores en el pasado verano de 2012. Además, el club recreativista deberá asumir los pagos con la Agencia Tributaria y con la Seguridad Social, más el compromiso ético y moral que tienen los representantes municipales para satisfacer el cobro de las doce mensualidades sin percibir de los empleados del Recreativo.
Entre todos estos pagos que tiene pendiente el Recre para conseguir esa ansiada estabilidad, el Ayuntamiento deberá conformar un nuevo Consejo de Administración y nombrar a un nuevo presidente, una vez que sea el titular del club.
Si todo sale como se espera y el Decano puede competir la próxima temporada en Segunda B, el club deberá lanzar una campaña de abonados potente para intentar llenar el estadio Nuevo Colombino todos los domingos. De esta forma, todo ese montante de dinero conseguido con los socios, irá destinado para confeccionar la plantilla del próximo curso, ya que a día de hoy se encuentra apartada por esta crítica situación que está atravesando el decano del fútbol español.