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Huelva

“Nadie como la Unidad Canina ha vendido mejor la marca Huelva”

Periodista en Viva Huelva durante muchos años, se estrena como autor de la editorial Pábilo con un libro que recorre los 20 años de esta unidad de bomberos

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  • Joaquín Cabanillas con su libro -

Compañero de fatigas durante muchos años en Viva Huelva, ha dejado a un lado su faceta periodística pero no se ha alejado mucho del mundo de las letras. Embarcado en la loca aventura del mundo editorial a través de Pábilo, ahora se suma a la lista de sus autores con un libro que ha supuesto todo un reto: plasmar en sus páginas los 20 años de la Unidad Canina de Rescate de los bomberos de Huelva. Historias que erizan la piel y donde la realidad pesa más que la ficción. Eso es ‘Allí donde queda vida’, que el día 29 se presenta en el Gran Teatro.

¿Cómo surge la idea de hacer un libro sobre la Unidad Canina de Rescate?
–Dentro de la línea de la editorial está el tema de colaborar con asociaciones. Recopilando colectivos a los que les podíamos proponer hacer un libro, salieron los  bomberos, y dentro de sus unidades, la más llamativa era la Unidad Canina de Rescate. Cuál fue nuestra sorpresa que al reunirnos con ellos para presentarles el proyecto, daba la casualidad de que ahora en 2017 se cumplían 20 años de la unidad. La idea era que alguno de los bomberos hiciera una historia de sus 20 años, pero una vez que nos entrevistamos con Antonio Nogales, coordinador de la unidad, se nos ocurrió que el proyecto pasaría por conmemorar estos 20 años, contribuir con el colectivo de Bomberos Unidos Sin Fronteras, que se lleva el 20% de las ventas del libro, y hacerlo de una manera que no fuera una simple historia, sino más novela y narrativa.

Es una novela pero basada en hecho reales.
–Me he encargado de mezclar los elementos reales con elementos de ficción, pero como pongo en la nota de autor, casi no han hecho falta elementos de ficción porque estos bomberos han vivido historias absolutamente increíbles. Los hechos reales superan con creces a los hechos que yo me he inventado.

¿Cómo ha sido el trabajo previo de documentación?
–Hay más de 25 horas de entrevistas con bomberos, más la recopilación de apuntes de prensa, gracias a la madre de Antonio Nogales, Maruja, que tiene unos álbumes con recortes de prensa sobre las actuaciones de la unidad; la imaginación que yo le he echado y mucha hemeroteca a través de internet, buscando información de los lugares donde han actuado, para que el lector se sepa situar en el ambiente y en el lugar donde ocurrieron las catástrofes.

El libro se titula ‘Allí donde queda vida’, pero también habrá historias muy duras donde no queda vida.
–Claro, hay historias muy duras, como por ejemplo la de Turquía, que fue donde uno de los bomberos, Jesús Olmo, descubrió lo que él llama ‘el olor inolvidable de la muerte’. Era un mercado que se vino abajo, y cuando metieron al perro y él tuvo que acceder reptando, lo único que iba apareciendo ante sus ojos eran cadáveres y un olor putrefacto después de cuatro días. Ahí es cuando descubrió el olor de la muerte. Historias impactantes hay muchas.

¿Cuál te ha marcado más?
–El libro tiene 18 capítulos, 16 se corresponden a una actuación y hay otro dedicado a la muerte de Mosul, que es el perro de Antonio. Ese capítulo se me ocurrió cuando entrevistando a Antonio, recordaba a su perro, que murió hace ya nueve años, y todavía lloraba. Historias impactantes hay en todos los capítulos, y muchas anécdotas. Por ejemplo, en Bolivia tuvieron que ir a la zona de trabajo a través de la carretera de Los Yungas, conocida como la carretera de la muerte, un montón de kilómetros por un precipicio sin protección, y el conductor que los llevaba se estaba quedando dormido en mitad del trayecto. En Pakistán tuvieron que llegar en un helicóptero sobrecargado de peso y esquivando montañas. Llegar a las zonas de trabajo les ha supuesto muchas veces más peligro que el trabajo en sí. Y la historia de Melanie es quizás la más emotiva, una niña de siete años de Filipinas que perdió a casi toda su familia en el terremoto, y por la razón que sea, se encaprichó del bombero Bandera. Describía Bandera que Melanie era la alegría del campamento, y la única vez que la vio llorar fue cuando él y su perro León se fueron.

Los perros tienen un protagonismo importante.
–Esencial, porque no sólo es que hayan conseguido olisquear bajo los escombros a personas con vida, sino que han ayudado mucho al trabajo de descarte. Tienen la habilidad de que sólo huelen la vida, por lo que dan la seguridad de que en una zona se pueden empezar las labores de reconstrucción. Tienen una labor esencial porque a través del método Arcón han aprendido a identificar solamente la gente que hay con vida debajo de los escombros. Pasan olímpicamente de la muerte.

¿Qué conclusión sacas tras tantas horas de entrevista con estos bomberos?
–Que están hechos de otra pasta. Sacrifican todo, van como Bomberos Unidos Sin Fronteras (BUSF), que es una ONG, pero lo hacen de manera totalmente altruista, y se van a sitios que pueden ser inhóspitos. He descubierto historias alucinantes de gente alucinante.

La unidad tiene gran prestigio internacional, pero, ¿constatas que se lo han ganado?
–Totalmente, se lo han ganado porque el método Arcón, que se lo inventó un bombero de Sevilla, Jaime Parejo, ellos lo han perfeccionado y lo han exportado, porque ahora ya no sólo llegan a los sitios, sino que forman. Las posibilidades de encontrar vida bajo los escombros se reducen mucho tras las 24 horas, y ellos muchas veces no han llegado hasta los tres días. Ante ese factor tiempo lo que han hecho es formar a bomberos de muchísimos sitios del mundo para que cuando ocurra una catástrofe, sepan cómo hacer el rescate y cómo los perros pueden intervenir.

¿Cómo se enfrenta uno a su primer libro con la presión de contar 20 años de una unidad tan importante?
–Cuando acabé el libro, lo que más temía es que no le gustara a los bomberos, pero todos están satisfechos, todos se sienten reflejados en las historias, que era lo que quería conseguir. Ese primer premio de la novela ya lo tengo, que los auténticos protagonistas se sientan identificado con las historias que se narran.

¿Cómo va a ser la presentación del libro el próximo miércoles en el Gran Teatro?
–El libro va a ser el acto central de la gala del 20 aniversario de la Unidad Canina de Rescate. Va a haber diferentes proyecciones y diferentes audios entresacados del propio libro, alguna que otra sorpresa para los bomberos, y esperamos que el reconocimiento de una  buena parte de la sociedad onubense a una de las entidades que más y mejor han trasladado la marca Huelva. Aunque sean menos famosos, nadie como la Unidad Canina de Rescate ha vendido mejor la marca Huelva. La han llevado en volandas a todos sitios.

¿Por qué ‘Allí donde queda vida’?
–Fue el titular de un reportaje que hice sobre la Unidad Canina de Rescate en Viva Huelva. Tenía claro que ese iba a ser el título porque estos bomberos no solo van a rescatar a gente bajo los escombros, van a atender a los damnificados, a ayudar a la reconstrucción de los lugares, a la potabilización de agua… Llegan allí donde queda vida, allí donde hay que actuar para que la vida siga.

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