La sequía se deja notar ya en el pantano del Quibrajano. Ayer, según los datos de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, se encontraba al 56’33 por ciento de su capacidad, el nivel más bajo que ha registrado en lo que va de año.
La escasez de lluvia está provocando que día a día el embalse pierda volumen de agua embalsada. El día 5 de julio estaba al 61’37 por ciento. Es decir, que en solo un mes ha perdido un cinco por ciento de agua, una progresión que podría continuar si no llueve próximamente.
Un año
Mucho más preocupante son las cifras si se echa la vista atrás, ya que en un año el Quiebrajano ha perdido el 24’9 por ciento de su volumen embalsado. El 5 de agosto de 2011 se encontraba al 81’25 por ciento de su capacidad y ayer apenas sobrepasaba la mitad de su capacidad.
La situación comienza ya a acercarse a los preocupantes niveles que alcanzó el pantano hace unos ocho años, cuando apenas llegaba al 20 por ciento de su capacidad. Según los datos de la Confederación, hace exactamente un año el pantano estaba al 44’69 por ciento. Por el momento el abastecimiento a las poblaciones que suministra agua está asegurado, si bien, la sequía podría hacer peligrar en el futuro el suministro. En cuanto al resto de embalses de la provincia, todos se encuentran también en torno al cincuenta por ciento de su capacidad de volumen embalsado.
