Si entraran en el fondo de los servicios, le pusieran rostro humano y se pusieran en la piel de sus economías, entenderían la indignación general.
Señor alcalde, señora consejera de Igualdad, Salud y Políticas Sociales de la Junta, una gran mayoría de la ciudad monta en cólera por el nuevo encontronazo de los muchos a los que nos tienen acostumbrados, porque la gente no entiende que los políticos a los que pagamos, muy bien por cierto, para que resuelvan problemas, por lo menos en esta ciudad lo que suelen hacer habitualmente es enredarlos hasta el punto de que han llegado a provocar hartazgo en la opinión pública que difícilmente puede entender que los asuntos que preocupan no se resuelven y se va formando sobre ellos una bola inmensa de declaraciones, de burocracia, de trámites, cuando a veces dos conversaciones constructivas y con ganas de hacer que Jaén funcione bastarían para ir cerrando tantos temas pendientes que hasta nos dan vergüenza. En el caso de la dependencia ¿no han podido reunirse para tratar de los desfases económicos y llegar a un acuerdo?, ¿dos millones tienen suficiente entidad como para tener en vilo a una población? El alcalde que a veces es tan dado al populismo fácil no puede pretender convencernos de que su decisión cuenta con respaldo, puede que algunos palmeros le feliciten por su maniobra política, pero hemos vuelto a ser noticia en toda España como primer Ayuntamiento que renuncia a una responsabilidad, y no a una cualquiera, sino especialmente sensible. Tal vez si entraran en el fondo de los servicios que se prestan, uno a uno, le pusieran rostro humano y se pusieran en la piel de economías de subsistencia que tienen difícil llegar a fin de mes, tanto de afectados como trabajadoras, entenderían la indignación general.