El sábado la capital volvió a demostrar su fe y devoción al Señor de Jaén, a Nuestro Padre Jesús Nazareno, que salió de su Santuario Camarín en un traslado extraordinario hasta la Catedral, con motivo de la celebración de los 425 años de la fundación de la Cofradía y su aniversario del traslado a su actual sede canónica.
Jaén se echó a la calle y los alrededores del Santuario se llenaron de fieles horas antes del momento programado para la salida, que se celebró con normalidad y en el horario previsto. Puntual en su cita, la imagen de Jesús salió del Camarín en torno a las 17:30 horas y los jienenses siguieron sus pasos hasta que Nuestro Padre Jesús y Nuestra Señora de los Dolores (primer turno con costaleras de la Verónica) llegaron a la plaza de Santa María y se prepararon para acceder a la Catedral.
Miles de personas esperaban a las imágenes y la estampa dejó instantáneas como la de la madrugada, con la diferencia de la ausencia de lluvia pero sí con bajas temperaturas que se hacían más cálidas con el olor a incienso, recordando una tarde de procesión de Semana Santa.
Escoltado por la Guardia Civil, el paso de Nuestro Padre Jesús Nazareno estuvo presidido por la comitiva de la Junta de Gobierno de la Cofradía, de la que es hermano mayor Francisco Manuel Gutiérrez, el alcalde y miembros del equipo de Gobierno, y el capellán de la Cofradía, Antonio Aranda.
Dos horas de traslado desde el Camarín al altar de la Catedral llenaron de emoción la tarde del sábado, armonizada con los sones de la Banda Municipal de Música, que culminó con la misa presidida por el obispo de la Diócesis, Ramón del Hoyo López. Tras ésta, la tarde-noche del sábados finalizó con un largo y recreado recorrido de vuelta de las imágenes a su Santuario-Camarín. Los devotos agradecieron el gesto porque el Señor de Jaén se llevó más de tres horas de procesión hasta su sede canónica.
Por otra parte, con el Santuario-Camarín lleno de fieles, el alcalde de la ciudad, José Enrique Fernández de Moya, procedió a la entrega simbólica de las llaves de la ciudad al hermano mayor de la Cofradía. Fue el alcalde quien las colocó en el brazo de Nuestro Padre Jesús Nazareno, que las lució colgadas durante la procesión extraordinaria hasta la Catedral.
“Estas llaves simbolizan las peticiones y agradecimientos de todos los jienenses hacia El Abuelo, la enorme gratitud de este pueblo por tenerlo. Nuestro Padre Jesús representa fortaleza, humildad, cristianismo, fe y fidelidad. Todos signos de amor hacia su pueblo”, dijo el alcalde.