La llegada de Felipe López a la consejería de Fomento podría dar el impulso definitivo a la Autovía del Olivar y al tranvía de Jaén
El eterno consejero de Jaén, el que siempre estuvo en las últimas quinielas, una vez que abandonó la Diputación Provincial, el alcalaíno, Felipe López, será la única cara de Jaén en el Gobierno de Susana Díaz al frente de la Junta de Andalucía, precisamente cuando menos sonaba su nombre. En AVE desde Madrid a Sevilla, el histórico socialista jienense con 36 años a sus espaldas en la gestión pública, tiene como reto para con esta provincia dar el impulso definitivo a la Autovía del Olivar y propiciar un encuentro y una salida para el tranvía de Jaén. Atrás quedan los años en los que la provincia aportaba varios consejeros al Gobierno andaluz. Ahora, una salida, la de Elena Víboras al frente de Agricultura y una entrada, la de López en Fomento y Vivienda. No estaría mal pensar que una vez pasado el trago de la PAC, poco beneficiosa para el olivar jienense, la asignatura pendiente en esta tierra fronteriza son las infraestructuras, principalmente en comunicaciones, por lo que la llegada de Felipe López podría suponer el inicio de una nueva etapa. También es de esperar que, el trato recibido por la capital y su Museo de Arte Ibero por el consejero Luciano Alonso, cambie con la llegada de Rosa Aguilar, esperando distinta sensibilidad para un proyecto que lleva una década durmiendo el sueño de los justos.