La reestructuración del servicio de limpieza viaria de la capital, con la entrada en servicio de nuevas zonas a atender, ha aumentado las quejas en distintos barrios de la ciudad que lamentan la menor dotación de efectivos de limpieza y, en muchos casos, la desatención del servicio. En los últimos días han surgido protestas en ese sentido en zonas como Puente Tablas, San Felipe, Almendral y también en parte de la zona del Bulevar. En Puente Tablas, por ejemplo, los vecinos creen que han vuelto a épocas pasadas, cuando tuvieron que movilizarse para reivindicar el servicio de limpieza.
Desde el sindicato Comisiones Obreras, mayoritario en el comité de empresa de FCC, se admite el aumento de estas quejas vecinales y vinculan al nuevo contrato de la limpieza, que ha ampliado el servicio a otras zonas de la ciudad, como el Polígono Nuevo Jaén o urbanizaciones del extrarradio jienense. Aunque el nuevo pliego de la basura ha mantenido finalmente toda la plantilla de la limpieza viaria, hay que recordar que el servicio se presta ahora seis días a la semana, y los domingos sólo llega a las zonas de alta densidad de población y a donde se celebren eventos extraordinarios. Esa circunstancia, unida a la ampliación del mapa de la limpieza en la capital, da como resultado un reajuste del servicio que está perjudicando a varias zonas. “En el plano laboral, esta situación está provocando un aumento de la carga de trabajo de los empleados de la limpieza viaria, algo que tendrán que solucionar la empresa y el Ayuntamiento”, asegura Francisco Cantero, secretario provincial de CCOO. A su juicio, este “sobreesfuerzo” del personal de limpieza, ya quedó patente en la pasada Semana Santa y hay temores de que se reproduzca en los meses de verano, coincidiendo con las vacaciones estivales.
De otro lado, el Ayuntamiento jienense continúa instalando de forma progresiva los nuevos contenedores para la recogida de residuos orgánicos, un proceso que se inició en el Bulevar y que está siguiendo en otras zonas del norte de la ciudad. La reposición de nuevos contenedores está provocando la retirada de los viejos, pero con la diferencia de que son más los que se retiran que los nuevos. Y eso está provocando ya la rápida saturación de los nuevos contenedores y que los vecinos se vean obligados a dejar las bolsas en el suelo. Un ejemplo de ello se está dando estos días en un tramo de la calle Manuel Caballero Venzalá, donde un nuevo contenedor sustituye a cuatro que han sido retirados.
