Vendedores ambulantes de la provincia de Jaén se manifestaron ayer en la capital jiennense para protestar por los cierres “intermitentes” de los mercadillos, un sector del que dependen unas 2.500 familias de la provincia de Jaén, y al que aseguran que se está llevando a “la ruina económica”.
El presidente de la Asociación de Vendedores Ambulantes Profesionales Autónomos de Jaén (Avapa), Antonio Figueroa, en declaraciones a los medios, subrayó que la actividad es al aire libre, por lo que no comparten ni los cierres intermitentes ni que trabajen con porcentajes cuando muchos de ellos también venden productos de alimentación y de primera necesidad, además de contemplar todas las medidas de seguridad.
“El sector no aguanta”, valoró Figueroa, al tiempo que incidió en que el hecho de restringir los mercadillos está llevando a asociar la venta ambulante con una actividad no segura. “Nos está haciendo un daño sin precedentes”, reconoció.
Los manifestantes se concentraron a las puertas de la Delegación de Salud y Familias para mostrar su desacuerdo y pedir explicaciones de lo que está ocurriendo. Entre otras peticiones, soliitaron una modificación de la Orden del 29 de septiembre de 2020 y de la Orden del 29 de octubre de 2020 para que se anule el cierre total o parcial de los mercadillos y se regule su continuidad comercial, eliminando las restrictivas tasas de aforo que aparecen en el Artículo 28 de la Orden del 29 de octubre para los niveles de alerta sanitaria 3 y 4, ya que esto imposibilita el desarrollo de la actividad comercial. Denunciaron que en este ámbito “se ha hecho caso omiso a cualquier iniciativa para paliar los efectos negativos del cese de actividad”.
