Hemos presentado ya la XXVI edición de la Muestra Internacional de Títeres de Jerez y es un momento ideal para reflexionar sobre este evento, su repercusión en la ciudad y el tipo de cultura que anhelamos y promovemos. Profundicemos en ello.
En primer lugar, la Muestra Internacional de Títeres es un espectáculo, que, como su propio nombre indica, cuenta con la participación de compañías no sólo de nuestro país, sino de otras latitudes. Si entendemos la cultura como un ejercicio de confluencia y encuentro de conocimientos, destrezas y tradiciones, esta es una muestra que otorga a Jerez un alto valor cultural y un nivelazo fuera de toda dudas; compañías de Argentina, Ecuador y Portugal reforzarán un cartel que también cuenta con participación de compañías llegadas desde Madrid o Castilla y León entre otras, por no hablar de “nuestra” Gotera de la Azotea, todo un clásico en nuestro municipio.
Pero al margen de la gran calidad de la misma, hay que señalar que la Muestra Internacional de Títeres lleva años siendo un éxito incontestable de afluencia de público y personas interesadas, y que, gracias a nuestra persistencia, la muestra se ha ido abriendo más allá del centro a otros barrios de Jerez, en nuestro afán por democratizar la cultura y hacerla llegar a todos los rincones de nuestro municipio. Porque la cultura es para todas y todos.
Pocos eventos son tan democráticos y populares como esta muestra, que reúne en cada obra a un público multitudinario, diverso, de toda condición, origen, signo político o clase social. Porque la magia de los títeres es y lleva siendo popular y atractiva desde tiempos remotos, concretamente del siglo XIII, y sobrevive y sobrevivirá a nuestros tiempos. Sólo hay que comprobar la ilusión que despierta en los y las más pequeñas de cada familia, contemplar sus reacciones, sus risas, su emoción… los títeres son un arte universal pero, sobre todo, son un arte que invita a participar a toda la familia.
Por que sí, reivindicamos un espacio de cultura y convivencia compartida; donde nos despeguemos por un rato de las omnipresentes pantallas, volvamos a las plazas y las calles de Jerez, y aprovechemos el buen tiempo para estar con nuestros niños y niñas, para jugar; hagamos vida con ellas y ellos y echemos a volar nuestra imaginación.
Es un tesoro. La Muestra Internacional de Títeres es parte del patrimonio cultural e histórico de Jerez, aunque el Partido Popular intentara eliminarla de forma fulminante y unilateral de la agenda cultural. Y conviene recordar y subrayar que es un espectáculo de una incontestable repercusión en la ciudad; sólo hay que ver la respuesta del público durante las últimas ediciones, las plazas llenas de gente llegadas desde todos los rincones del municipio (más de 8.000 personas en la última edición), madres, padres, niños y niñas disfrutando, y nuestra hostelería satisfecha en un ambiente festivo y lúdico.
Cuando algunas personas insinúan con sus palabras o directamente acusan a la izquierda de ser meros “gestores culturales”, con ese menosprecio ignorante, realmente están menospreciando el impacto que este y otros eventos culturales tienen a nivel transversal, en lo económico, en lo social, en lo turístico o lo patrimonial. Cultura es vida, y llenar las calles de vida es sinónimo de prosperidad.
De eso hablamos cuando hablamos de cultura.
Quienes tenemos niñas o niños sabemos del carácter infalible de los títeres; ahora toca al Ayuntamiento blindar este evento libre, pedagógico, familiar y gratuito como pocos existen. Jerez es un referente titiritero. Un año más veremos las calles llenas de imaginación, música y colorido. Estamos de enhorabuena.
Nos vemos en las plazas.
* Kika González es portavoz de Ganemos Jerez