La singularidad de la romería se encuentra en el hecho de que la imagen de la Palma, patrona y alcaldesa perpetua de Algeciras, permanece durante todo el año en una cueva ubicada en el fondo del mar hasta que ayer domingo, seis buzos de El Mero la sacaron a la superficie, la transportaron en barco hasta la orilla y durante todo el día fue honrada por los miles de fieles que la esperaron en la popular playa algecireña, después de 365 días, para disfrutar un año más del reencuentro, y acompañarla con rezos, gritos, palmas y emoción hasta el altar que está instalado en la plaza de la Virgen del Mar para la ocasión.
Según comentaron los responsables de la sociedad organizadora “son muchas las personas que vienen desde distintos puntos de España”.
Desde bien temprano, ya había numerosas personas aguardando en la playa para ver a la Virgen, mientras tanto, se realizaban los últimos preparativos en el escenario en el que más tarde, los fieles rezarían a la virgen.
Asimismo, a lo largo y ancho de la jornada festiva se sucedieron las escenas de fervor y devoción, con madres que querían la bendición para sus hijos, o simplemente colocar una medalla en el cuello de la talla la cual supera los 100 kilogramos de peso.
Misa y procesión
Posteriormente, alrededor de las 20.00 horas, tuvo lugar una misa a la Patrona algecireña, para media hora más tarde, celebrar la procesión por las calles céntricas de la ciudad desde el templo de la Virgen de la Palma.
Una vez de madrugada, de nuevo en la playa El Rinconcillo, las miles de personas allí congregadas cantaron una Salve Marinera a la Imagen, como es tradición en la romería marítima que cumple este año su edición número 35, donde finalmente, los cargadores que la llevaban muy despacio por el peso de la talla y la multitud de algecireños que les paraban para volverla a tocar, entre emoción, llantos y devoción; volvieron a trasladarla al barco desde el cual, los buzos volvieron a sumergirla de nuevo en el fondo del mar, de donde no volverá a salir hasta que llegue el próximo día 15 de agosto del 2011.
Los cultos en honor a La Palma pusieron punto final con la función de los fuegos artificiales tan esperados por los ciudadanos algecireños, momento en el que muchos de ellos se lanzaron al mar, mientras que otros permanecieron en sus embarcaciones para seguir festejando la conmemoración a la figura.
Tradición
La Virgen cada vez tiene más devotos y cada vez son más los que acuden a ver la romería tanto por la mañana como por la noche, desde que es rescatada del fondo del mar, hasta su vuelta a las aguas de El Rinconcillo.
Así, un año más, miles de vecinos demostraron ayer su fervor a la Palma en los diferentes actos que se llevaron a cabo durante todo el día en la ciudad, quienes presentaron sus respetos a la Virgen en una jornada que transcurrió entre festejos y alegría, así como lágrimas, rezos y promesas que cumplir.
