En concreto, la acería ha aplicado una reducción de jornada en algunos sectores productivos de la planta. Esto ha sucedido, fundamentalmente, en la zona de laminación, donde muchas líneas de producción han pasado de estar repartidas en cinco turnos a organizarse sólo en tres.
El motivo de esta reducción de turnos, según admitió el propio Mora, se explica “debido a la crisis”, ya que ha sido “la falta de pedidos” lo que ha motivado que la acería haya tenido que reducir el número de trabajadores empleados en las zonas de laminación.
Los operarios que se ven perjudicados por esta reducción en los turnos están siendo trasladados a otras zonas de la cadena de producción, como es el caso de acabado, donde la ejecución de las funciones laborales de los empleados no se distribuye mediante el sistema de turnos.
Pese a tratarse de una reorganización del trabajo llevado a cabo por la factoría ante la situación de descenso de la producción en la factoría, el presidente del comité de empresa no ocultaba la “preocupación” existente entre los trabajadores, ante la posibilidad de que este descenso pueda llegar a tener consecuencias laborales.
“Esperemos que sea una situación transitoria y la normalidad se restablezca en el cierre del año”, señalaba Mora, quien no ocultó que “evidentemente existe preocupación por el pase a tres turnos”.
Mora indicó que los trabajadores de la factoría barreña “estamos sufriendo la falta de pedidos”, pero apuntó que no existen estimaciones de lo que vaya a suceder en los próximos meses, ya que “los pedidos van entrando por quincenas”.
“Ya desde 2008, cuando comenzó la crisis, los pedidos dejaron de entrar con tiempo de antelación. Por eso, a largo plazo, ya no se puede tener conocimiento de cuál va a ser la situación en la factoría. Es que no lo sabe ni la dirección siquiera”, apuntó Mora, quien se mostró esperanzado de que el actual descenso en la producción no se acentúe y provoque perjuicios en la plantilla.
Pérdidas
El Grupo Acerinox anunció el pasado miércoles que la planta comarcal acumuló pérdidas por valor de 4,5 millones de euros en el tercer trimestre del año, debido principalmente a una caída de su facturación a los 386,9 millones en ese periodo frente a los 459,6 registrados en el anterior.
Fuentes de la acería confirmaron que, en líneas generales, el pasado fue un periodo “flojo”, sobre todo “en Europa” ya que “en Norteamérica se nota menos el descenso durante el tercer trimestre del año”.
Con todo, desde la acería se indica que la demanda de productos “parece que se vaya recuperando. Hay síntomas de reactivación moderados en los mercados europeos”. Por ello, se espera que la situación “vaya a mejor”.
En cualquier caso, Acerinox aclaró sobre las previsiones futuras que “antes podíamos anticipar situaciones de forma trimestral, pero ahora pero las situaciones de mercado cambian radicalmente”, en lo que se han venido a llamar como “mini ciclos”.
La acería subraya que “de momento no está en mente la presentación de un ERTE”. Asimismo, la compañía no se plantea reducir plantilla a medio plazo. Eso sí, se admite una reorganización dentro de la factoría inserta en el plan de excelencia y ajustes en costes, una situación que está desembocando en las actuales reducciones de turnos según las líneas de producción.
En este sentido, la acería declaraba que “la caída de los extras de aleación, acompañada del factor estacional del tercer trimestre, ha ralentizado la entrada de pedidos en todos los mercados”.
De esta forma, “la incertidumbre sobre la reactivación económica general se traslada a nuestro mercado generando mini ciclos que afectan al consumo e impiden la consolidación de precios y pedidos”.
Para contrarrestar esta situación, el Grupo Acerinox “ha puesto en marcha mecanismos para flexibilizar al máximo toda la cadena de suministros”.
En términos globales, el Grupo Acerinox acumuló un beneficio de 16,4 millones de euros después de impuestos en el tercer trimestre del ejercicio económico, ligeramente peor de lo esperado.