La acusada, M.S.H. reconoce que los estupefacientes eran para su venta
En la Sección de la Audiencia Provincial en la ciudad se llevó a cabo ayer el juicio que se sigue contra un clan familiar de Los Bichos, que presuntamente se dedicaba a la venta de estupefacientes en El Saladillo, por un supuesto delito contra la salud pública y blanqueo de capitales . Los hechos que se juzgan se remontan al 27 de octubre de 2006, cuando agentes de la Policía Nacional realizaron un registro en el domicilio de una de los acusados, M.S.H., situado en el bajo B del bloque número 1 de la calle José de Espronceda.
El registro puso fin a la investigación que el referido cuerpo de Seguridad del Estado había realizado, al comprobar las asiduas y rápidas entradas y salidas de persona de la citada vivienda.
En el registro, los agentes se incautaron de 10 papelinas de cocaína y, en el cuarto de contadores del bloque, varias bolsas de dicha sustancia estupefacientes y otras de hachís.
En su declaración, M.S.H. reconoció que la droga incautada en su domicilio y en el cuarto de contadores tenía como destino la venta. También, como consecuencia de la actuación policial, fue llamado a declarar otro acusado, el jubilado de correos M.G.G. quien con posterioridad se prestó a que fuese registrada su vivienda, situada en la calle Gloria.
Durante el registro, la Policía Nacional se incautó de 38.270 euros, cantidad de la cual, una parte, se hallaba dividida en distintos sobres y otra en una caja fuerte, donde también fueron localizadas diversas joyas.
A preguntas del fiscal, el acusado dijo dedicarse desde hace años a la compra y venta de todo tipo de objetos, tales como joyas o electrodomésticos, que después sus clientes pagaban en pequeñas cuotas, a modo de ditas.
En su declaración, M.G.G. fue ofreciendo datos sobre todas y cada una de las identidades de los nombres que había en los sobres con dinero, que resultaron ser, en gran parte, hermanos y hermanas de la otra acusada, M.S.H., hecho que argumentó en base a que conocía de hace años a los integrantes del clan familiar, a quienes le vendía diversos objetos.
También es juzgado F.J.J.C., yerno de la acusada, quien también reside en el domicilio de M.S.H. Al ser preguntado por qué el vehículo, marca Seat, modelo León está a nombre del otro acusado, M.G.G., F.J.J.C manifestó que se debía a que había sido él quien había solicitado la correspondiente financiación del automóvil, que después pagaba a M.G.G. a pequeñas cuotas.
Los agentes de la Policía Nacional que fueron llamados a declarar como testigos, aseguraron que eran asiduas las entradas y salidas de la vivienda.