El secretario provincial de COAG-Cádiz, Miguel Pérez, ha reivindicado la adopción de medidas concretas con el objetivo de evitar que en próximos episodios lluviosos se desperdicien los recursos hídricos, ya que según sus cálculos en las últimas semanas se han perdido “alrededor de 100 hectómetros cúbicos” de agua como consecuencia de los necesarios desembalses, lo que además “ha provocado inundaciones” en las zonas ribereñas.
Pérez explicó en el programa 'El Templete', que se emite semanalmente en 7 TV Jerez, que la organización agraria y ganadera ha trasladado ya esta inquietud al secretario general de Agua de la Junta de Andalucía, Ramiro Angulo, animándole además a intervenir en los canales de Tablellina y al que comunica los pantanos de Bornos y Guadalcacín, para evitar futuras pérdidas de esos recursos hídricos.
En concreto, se han planteado a la Administración autonómica obras que son “rápidas, baratas y muy eficaces” como alternativa a la conexión entre los embalses anteriormente referidos, que está contemplada en el Plan Hidrológico, pero que tiene un coste de “alrededor de 100 millones de euros”.
En principio, la iniciativa ha sido bien acogida por la Junta. “Tenemos que abrir un debate para saber qué podemos hacer para que no ocurra lo que ha ocurrido, porque en la provincia tenemos cuencas muy lluviosas y pantanos con capacidad, pero hemos volcado 100 hectómetros cúbicos de agua, que equivale a la mitad del pantano de Hurones, y encima se han provocado inundaciones”, insistió el secretario provincial de COAG.
Piden una tregua a las precipitaciones
Pérez cree que, después de un periodo tan prolongado de precipitaciones, ahora “vendría bien que parara a todos los cultivos”.
Y es que a día de hoy “todavía han agricultores que no han podido entrar en el campo a sembrar porque sigue habiendo zonas encharcadas”.
De ahí que los agricultores pidan una tregua para tener tiempo de “hacer las labores” en sus explotaciones.
Tanto los cereales como la horticultura están “muy afectadas” por las lluvias, así como los cítricos, que “aguantan muy mal los encharcamientos”.