La situación económica del Xerez es grave y pasa por aguantar esta campaña, ya que los auspicios económicos que existirían para la próxima temporada son más bonancibles.
Entre el día 21 y el día 31 de este mes hay que abonar unos 800 mil euros en concepto de IVA e IRPF. El Xerez va a abonar una cantidad y va a pedir un aplazamiento cuya respuesta llegará entre dos y tres meses. Igualmente hay que seguir negociando con Hacienda. Parece que la deuda del primer plazo es superior en algo a los 200 mil euros, no alcanza los 400 mil y hay tres fórmulas que se están barajando y una de ellas, la clave, es la de la subvención municipal que está impagada y reconocida, ya que el Gobierno municipal, entonces en manos del PSOE, no se personó en el Concurso en su día.
Esa es la situación clara en estos momentos, una situación que preocupa lógicamente y que ha hecho saltar las alarmas en los consejeros jerezanos, fundamentalmente por lo que de prejuicio personal les conllevaría. Eso hará que antes del próximo día 4 de febrero los consejeros Corchado, Cazalla, Millán y Ceballos pidan la reunión del consejo para, a su vez, pedir en el mismo la convocatoria de una junta general de accionistas extraordinaria que contemple como único punto del orden del día una ampliación de capital. Obviamente para esa ampliación habría que buscar unos inversores que, al día de la fecha, parece no existir.
De todas maneras, y a pesar de los problemas, el club tendrá vida fundamentalmente si permanece en la categoría. El déficit previsto para este año, siguiendo el plan de viabilidad, es de 27 mil euros y para el próximo ejercicio se contempla un gasto de plantilla de 1.600.000 euros y unos ingresos provenientes de la Liga -televisión incluida lógicamente.- de unos 3 millones de euros. La solución: seguir en Segunda.