Desgraciadamente, los vecinos del barrio de San Juan de Dios están habituados a incidentes como el que se vivió el pasado jueves a plena luz del día cuando en una reyerta un varón resultó herido por arma blanca. Este tipo de sucesos casi forma parte de la cotidianidad en esta zona desde hace bastante tiempo, y los residentes están cansados de denunciarlo. “Estamos acostumbrados a que ocurran estas cosas, hoy ha amanecido el barrio normal, como todos los días”, señala el presidente de la asociación de vecinos, Antonio Hedrera. Esta barriada es tradicionalmente una de las más castigadas por la droga y los conflictos violentos, que en buena parte están relacionados con ajustes de cuenta y, como lamentan desde el colectivo. Pese a todo, entienden que la actuación de la Policía sigue siendo insuficiente, lo cual no quiere decir que los agentes no aparezcan. “La Policía Nacional suele venir y los secretas, que ya no son tales porque los conocemos todos, suelen estar por aquí”, explica.
Sin embargo, consideran que sigue siendo necesario atajar el problema de raíz. Por parte de la Policía Local, las quejas todavía son mayores. “Vienen, dan la vuelta a la rotonda y se van; los llamamos porque estamos cansados de que los coches se metan dentro de la plazoleta, en plena zona peatonal, pero hasta que no se atropelle a un niño no nos van a hacer caso. La plazoleta está totalmente hundida y los coches han llegado a romper una arqueta, pero Infraestructuras tampoco viene a reparar nada aquí. Nosotros pagamos nuestros impuestos como el resto”, se queja.
la remodelación integral
La paralización del proyecto de remodelación integral de la barriada también es un hecho que no ayuda a que la barriada levante cabeza. Después de que hace siete años se culminara la primera fase con la construcción de dos bloques de pisos, el resto sigue esperando que llegue su turno a la espera de que la situación económica mejore. De momento, como apunta el representante de los vecinos, no hay ningún plazo previsto. “Lo único que nos dicen desde el Ayuntamiento es que no hay dinero”, manifiesta.