Llegan los éxamenes y faltan salas donde hincar los codos

Publicado: 31/08/2014
A finales de agosto se llenan las salas de estudio y encontrar hueco libre parece misión imposible. La Biblioteca Central ha cerrado por obras durante agosto y parte de septiembre. Los estudiantes se quejan de la falta de salas bien equipadas donde concentrarse
El mes de agosto está tocando su fin. Para los estudiantes universitarios que se quedaron rezagados durante el curso o que, por otras circunstancias, no pudieron hacer algún examen, esto implica que ya están aquí los de septiembre. Las bibliotecas comienzan a llenarse en este mes. Pero no son sólo los universitarios los que necesitan estos espacios, pues alumnos de Bachillerato, los que esperan presentarse a selectividad, los que se preparan las pruebas de acceso para grados superiores u oposiciones, por ejemplo, también estudian durante estas fechas. Y son muchos los jerezanos que tienen que hincar codos durante el mes de agosto. Entonces, ¿cuál es el ambiente que se respira ahora en las bibliotecas de Jerez?

DÓNDE ESTUDIAR
En la calle Paul se ha habilitado una sala de estudio durante el verano por un  convenio con la Universidad de Cádiz, con un horario amplio -se puede ir desde las ocho de la mañana hasta las cuatro de la madrugada-. Hasta ahora este espacio ha visto cómo se llenaba de gente cada día, hasta el punto de que quien quisiera coger sitio tenía que madrugar y llegar allí temprano. Alguno que otro, al ver que ha hecho el viaje para nada porque ya no quedan mesas libres, se sienta incluso en los sillones que quedan fuera, casi sin luz y a ratos sin aire acondicionado, para así aprovechar al máximo el tiempo. ¿Cuál es la razón de que tantas personas se concentren allí si hay más bibliotecas en la zona? Las respuestas son, en realidad, varias, empezando por que la biblioteca del campus universitario de la UCA abrió sus puertas el lunes de esta misma semana y aún hay estudiantes que, acostumbrados a la rutina de ir a la Sala Paul, ni siquiera se han enterado. Otros, que sí lo saben, prefieren no ir puesto que sólo abre hasta las 14.00 horas y por la tarde se quedarían de nuevo sin lugar para estudiar. Allí aún no hay un gran ir y venir de estudiantes, todavía no se llena, aunque “seguramente a partir de la semana que viene, que ya abre el resto de instalaciones, empiece a venir más gente”, comenta el bibliotecario. Sin duda alguna, esta biblioteca es la mejor equipada, la que más comodidades aporta para que un estudiante se siente delante de sus apuntes y no le haga falta nada más. Espacios y mesas amplias, enchufes disponibles para los portátiles, conexión wifi, al que en este caso sólo se puede acceder con clave, y aire acondicionado. De momento no hay ningún control de acceso, los tornos de las puertas están desconectados y por lo tanto entra gente de otras universidades que está ahora en la ciudad, además de alumnos de instituto. Así, no es de extrañar que en cuanto llegue septiembre y reanude de nuevo su horario normal, se vea también llena. De momento, si hay huecos libres es precisamente porque no abre todo el día.


Otra de las alternativas que eligen los estudiantes para ir cargados con sus libros, apuntes u ordenador es la Biblioteca Municipal Central. No obstante, este año no es una opción posible, puesto que está cerrada por obras durante todo el mes de agosto y parte de septiembre. Un espacio menos entre el que ‘repartir’ a la gente. El resto de bibliotecas municipales como la del instituto Padre Luis Coloma o la que está en la barriada La Plata tampoco abre por la tarde durante el verano. Ante tal panorama, la sala de la calle Paul se convierte en la más solicitada y concurrida.

Tanto es así que el año pasado llegaron a pedir el carné de la UCA a los estudiantes a la hora de entrar, lo que limita todavía más los espacios para los que se dedican a otros estudios o simplemente son de otra universidad. Además, esta sala no se libra de las críticas por parte de quienes allí acuden. “Esta es una sala normal que han habilitado un poco. Pero estamos todos ahí concentrados, casi hay que pelearse para coger sitio”, comentaba un alumno que acude allí “porque no hay alternativas”.

Un vigilante de seguridad se encarga del tema de la iluminación, del aire acondicionado y de la zona de los baños, pero nadie está pendiente de esos folios que ocupan una mesa durante horas mientras su dueño no aparece. “En la biblioteca del campus hay más espacios disponibles y a veces es normal que la gente guarde su sitio. Pero aquí necesitamos cederlos si nos vamos durante mucho tiempo porque apenas hay mesas disponibles”, decía otro estudiante enfadado.Lo que está claro es que las pruebas y los exámenes están a la vuelta de la esquina y todavía hay quien no sabe dónde echará sus últimos días de estudio, pues ninguna de las salas y bibliotecas parece convencer.

Testimonios

M Carmen García (Estudiante de criminología)

“Vengo a la UCA por la comodidad de poder consultar un manual”

 

 

“En la sala Paul faltan enchufes y tienes que traerte una regleta”

Marcos juncal (estudiante de eduación social)

 

Celeste Román (Pruebas de acceso grado superior)

“El sábado a las dos de la madrugada todavía estaba la sala llena”

Inma navarro
Estudiante de ingeniería industrial

“Si en la biblioteca hay poca gente sí que se puede estudiar bien”

 

 

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