José Gutiérrez Murillo (PSOE) que fue delegado de Fiestas y Juan Manuel Corchado (UCD) que en principio se quedó en la oposición recrean el tripartito del Gobierno Municipal del año 1979, cuando la política era vocación y no profesión.
“Recuerdo que Pedro Pacheco, su partido, se votaron asímismo, nosotros, los de la UCD, también nos votamos a nosotros mismos y PSOE y PCE lo hicieron en blanco. Así se formó el tripartito entre el PSA, el PSOE y el PCE, entre los tres partidos se repartieron las delegaciones aunque, según fue pasando el tiempo, también tiraron de nosotros y nos prestamos a colaborar y, de hecho, yo tuve alguna que otra delegación”. Son las reflexiones de Juan Manuel Corchado Moreno, alcalde de Jerez en los años 1978 y 79 y que dejó el bastón de mando a Jerónimo Martínez Beas en la antesala de las primeras elecciones municipales tras la reinstauración de la democracia, ya que él iba a encabezar la lista de Unión de Centro Democrático, el partido que presidía el entonces presidente del Gobierno, Adolfo Suárez.
Era la primavera de 1979 y Juan Corchado trabajaba como profesor en un colegio público y José Gutiérrez Murillo, PSOE, estaba al frente de Viajes Concordia en la calle Corredera. “Entramos en el Gobierno Municipal de 1979 por el PSOE Francisco Perea, que era cabeza de lista, Julio Sánchez Lanzas, Esteban Fernández Villegas, Rafael Jiménez Arias, Gabriel González Ríos, que llevaba el tema de la Comunicación municipal, y yo, que pasé a dirigir la delegación de Fiestas y Turismo y además formaba parte de la comisión informativa, que era como se llamaba entonces, de Fiestas y Deportes. Se formó un tripartito inicial, pero al final fue como un cuatripartito porque todos participábamos. No hay comparación con los tiempos actuales”.
No eran tiempos ni mejores ni peores, pero sí totalmente distintos porque “no había grandes problemas entre los representantes de los partidos, más allá de las diferencias ideológicas propias de cada uno. Todos teníamos nuestro trabajo y no vivíamos de la política, aunque yo estaba en el Ayuntamiento y también en la Diputación Provincial y todo ello complementándolo con mi labor como docente, en el colegio. En Diputación, donde gobernó el PSOE, en coalición con el PSA y PCE, a pesar de que UCD fue la lista más votada, ya la cosa estaba más agria que en el Ayuntamiento. Yo le diría que en aquella primera legislatura lo que hicimos los cuatro partidos fue trabajar por y para Jerez y, al final, de todo aquello se terminó aprovechando el alcalde, Pedro Pacheco, que en las elecciones de 1983 arrasó en las urnas y comenzó ya a dirigir el Ayuntamiento con mayoría absoluta”.
De aquellos años primeros de los Ayuntamientos democráticos, José Gutiérrez Murillo recuerda con especial orgullo que “ya en 1980 logramos el cerramiento del Parque González Hontoria para la Feria. Hasta entonces los coches entraban por la parte peatonal y aquello lo cerramos. También quitamos los puestos de turrón que se colocaban en los propios paseos del real. Digamos que comenzamos a remodelar la Feria, a reconvertirla, también quitamos terreno para el Mercado de Ganados. Lo que quedó del mismo es lo que actualmente ocupa IFECA. Lo hicimos en la Feria de 1980, porque cuando entramos en 1979, en abril, prácticamente todo estaba organizado. Yo sustituí como delegado de Fiestas del Ayuntamiento a José Estévez de los Reyes”.
Dentro de esa Feria del Caballo tenía un gran protagonismo el tema de la hípica, de los concursos hípicos que se celebraban en el Club Chapín “y se nombró una comisión para hacer un seguimiento de esa Feria Hípica. Estábamos en la misma Rufino Arrimadas, por UCD, Mariano León, del PSA, Manolo Romero, representante del Partido Comunista y yo mismo. Para algunos era la primera vez que entraban en aquel Club Social de Chapín que, como sabrán muchos jerezanos, era algo elitista”.
También habla de cómo se apostó por el retorno del Carnaval a Jerez “aunque es algo que no se pudo conseguir de la manera que se quería y que, pienso, que no se va a conseguir. Había actuaciones y actos en la Caseta Municipal, en el templete del González Hontoria”.
Lo cierto es que, tanto Corchado como Gutiérrez Murillo, coinciden en afirmar que, en aquellos tiempos, “sobraba voluntad” y no existían “los intereses que existen hoy en día” y, por supuesto, “no había ni siquiera intereses económicos porque lo que cobrábamos prácticamente era a nivel de dietas y cada uno teníamos nuestro trabajo al margen del Ayuntamiento”, subraya Gutiérrez Murillo.
Corchado insiste en que “en aquellos momentos a nadie se le pasaba por la cabeza que se podía terminar viviendo de la política como ocurre en estos momentos. Aquellos inicios fueron derivando en lo que es actualmente la política y no sé si estropeándolo, en todo caso eran unos tiempos que no tenían nada que ver con los actuales”.
De todo aquello, como explicaba Corchado al principio, el gran beneficiado fue Pacheco “porque lógicamente era el alcalde y aunque fuese yo -reflexiona Gutiérrez Murillo- quien trabajase en la Feria o en los actos, al final él aparecía y no se le podía dar de lado, había que darle su sitio porque para eso era el alcalde”.
Recuerdos y rememoranzas de un tripartito que, anecdóticamente, se cobró su primera víctima prácticamente el mismo día de la sesión de investidura de Pacheco. Miguel Trujillo, número 2 de UCD, dimitió.
