A partir de hoy se acabaron las confianzas

Publicado: 19/09/2015
Mamen Sánchez cumple este domingo cien días al frente de un Ayuntamiento al que se le acumulan ya los problemas de tipo económico mientras la ciudad aguarda la recuperación del tejido laboral
Hoy se cumplen cien días desde la toma de posesión del Gobierno municipal presidido por Mamen Sánchez. La imagen de aquella sesión plenaria dio la vuelta al mundo. No lo hizo por méritos propios; es decir, como consecuencia de un extraordinario acontecimiento político, sino por lo que suelen dar hoy en día la vuelta al mundo muchas imágenes intrascendentes gracias al tsunami de las redes sociales: la curiosidad; en este caso, por unos meñiques. La alcaldesa supo rentabilizar el momento y subirse a la ola de popularidad que le brindaban las circunstancias. Lo aprovechó para anunciar, en un programa nacional vespertino de máxima audiencia, que en su primer día de gestión había logrado parar un desahucio.
Sin embargo, el ventajismo mediático no dio para mucho más, como tampoco suelen dar de sí las olas una vez que rompen en la orilla, y una vez superado el estado de excitación y confusión que había deparado el proceso negociador de la investidura del ejecutivo socialista, la realidad de la gestión municipal fue abriéndose paso a ritmo de interrogantes. Los primeros, relacionados con la distribución de áreas entre la alcaldesa y sus seis concejales -tardó tres días en anunciar las delegaciones; al cuarto tuvo que remodelarlo por la marcha de Isabel Armario a Diputación; y aún así todavía fue dando pistas durante los días siguientes sobre nuevos cambios en la estructura de gobierno de cara a amoldarlas a esa realidad tan impredecible, pese a su previsibilidad-.
Esos primeros días sirvieron para dar alas a las críticas del PP y para fulminar -aunque sólo fuera desde la óptica de los populares- los cien días de cortesía o confianza que suelen brindársele a los nuevos gobernantes. Esos cien días que se cumplen hoy y que ponen definitivamente fin a un periodo de paciente espera para comprobar los resultados de un gobierno en minoría que da la sensación de seguir condicionado por la celebración, dentro de tres meses, de las elecciones generales: para ratificarse a nivel local -partiendo del escrutinio que deparen las urnas en Jerez-, para aguardar a un cambio de gobierno afín en Madrid y, quién sabe, si para abrir sus puertas a una coalición de izquierdas al frente del Consistorio.
Es cierto, en poco más de tres meses tampoco da tiempo para mucho, y menos aún para cumplir con todas las promesas electorales anunciadas en campaña, y eso hace muy aventurado puntuar la gestión, salvo por parte de quienes tengan muy claras sus afinidades políticas. Pero sí es facil distinguir las constantes vitales de un ejecutivo a partir de sus prioridades y su discurso, en algunos casos contradictorio, en otros clarividente, en otros acertado, pero también fallido. Contradictorio en su esencia -débil en número, en argumentos y en alianzas que vienen y van-; clarividente a la hora de localizar al enemigo y de satisfacer compromisos pendientes -hacia los afectados del ERE, hacia determinadas secciones sindicales-; acertado en su línea de acercamiento a las cuestiones de interés para la ciudad, en el subrayado del consenso, la legalidad y la transparencia -como si fuera el prospecto de una medicina-; y fallido en una cuestión esencial: su contribución a la creación de empleo; tras cien días de gobierno ha habido un contacto informal con el presidente de la CEC y un encuentro con el Consejo Social de la Ciudad -aspectos que deberían haber sido tratados con mucha mayor prioridad; de hecho, la alcaldesa reconocía en su balance de esta semana que lamentaba el retraso en la puesta en marcha del plan de empleo local, aunque anunciaba el interés de hasta 37 empresas por instalarse en Jerez (habrá quien diga que eso es como tener un tío en Graná, pero al menos es un buen comienzo)-.
Las contradicciones han llegado desde diferentes frentes. El primero, en el ámbito político. De abrir las puertas del Gobierno -e insistir en ello en varias ocasiones- a Ganemos Jerez e IU, se ha pasado a reivindicar la fuerza de un ejecutivo unido y con capacidad para aguantar en solitario los cuatro años. Resulta difícil creerlo.
Pero también ha habido contradicciones en el ámbito económico, sobre todo a partir de la aprobación del primer ICO. La alcaldesa dijo en ese momento que “ni mi posición ni la de mi partido han cambiado respecto a lo que opinamos sobre el Plan de Pago a Proveedores ya que consideramos que era una forma de que Hacienda controle los ayuntamientos. Si este Ayuntamiento hubiera sido cumplidor, si el PP hubiera pagado la cuota de los préstamos no tendríamos que pedir este nuevo préstamo ICO”. Sin embargo, debería tener presente que el PP solicitó los ICO como consecuencia de la nefasta gestión económica del PSOE, que es por lo mismo por lo que su gobierno hace ahora lo propio culpando del resultado al PP.
Una más. En la reunión técnica del área de Turismo, la alcaldesa consideró prioritario “mimar cada uno de los congresos que vienen a Jerez”. Semanas más tarde apuntó que se iba a cobrar la cesión de instalaciones para la celebración de congresos, lo que, inevitablemente, provocará que muchos congresos busquen una alternativa a Jerez.
Pero el PSOE sí ha tenido claras otras cuestiones. La primera de ellas: hallar un culpable; y si bien es cierto que el ejecutivo de Sánchez no se ha hallado en una situación,  ni de lejos parecida, como la que se encontró el PP hace cuatro años, sí ha sabido rentabilizar las cifras heredadas para dar forma a una coraza con la que tendrá que repeler muchos de los problemas que puede encontrar a partir de ahora; el más inminente, el pago de las nóminas: “No podemos contar ni siquiera con los ingresos por IBI del segundo plazo de la contribución voluntaria, que se hace ahora en noviembre, porque fueron gastados de forma anticipada por el Partido Popular”, ha advertido la alcaldesa, que está a la espera de concretar con Diputación si el ente provincial pasará a asumir de nuevo el servicio de recaudación a partir de 2016.
Los datos están ahí: la deuda total a bancos y proveedores ascendía el último día del año 2013, a 1.013 millones de euros, aumentando un 15% desde 2011. Las facturas pendientes de pago ascendían a 244 millones de euros, de las que 42 millones y medio se corresponden con facturas de este primer semestre del año y las facturas sin aprobar ascienden a 65 millones de euros. Y los ingresos de la PIE se encuentran actualmente retenidos al 93%, percibiendo el Ayuntamiento 297.979 euros de los 4.041.171 millones de euros que le correspondería mensualmente, sin olvidar que el presupuesto actual, se encuentra agotado en un 90%.
Pero, además de tener clara la necesidad de exponer, casi como un antídoto, la situación económica, y su contribución al ahorro de la estructura política y técnica del Consistorio, el Gobierno local ha tenido claro su compromiso, primero, hacia los afectados del ERE municipal, que tienen prácticamente resuelta su reincorporación al Ayuntamiento, y, segundo, hacia las secciones sindicales que criticaron la política de personal del anterior ejecutivo, y para lo que ya ha puesto en marcha la modificación de la RPT y un reglamento de productividades.
Hay, por otro lado, una serie de constantes en las que caben pocos reproches, centradas en su mayor parte en la acción social. Es cierto que el caso del desahucio anunciado al segundo día de gobierno ha quedado casi en una anécdota, que el esfuerzo por poner en marcha el comedor escolar de verano no requería finalmente de tantas plazas como las previstas, y que la apertura de la nueva Oficina Antidesahucios era, ante todo, una reubicación, ya que sigue funcionando bajo la misma filosofía con que la impulsó el PP, pero, como se dice ahora, el PSOE está construyendo su propio relato en torno a la Delegación de Carmen Collado, y lo ha hecho sumando iniciativas como la creación de un área de Igualdad o una mesa para participar en la acogida a refugiados.
Lo mismo puede decirse de la Delegación de Infraestructuras y Participación Ciudadana, donde a partir del contacto y del diálogo con los vecinos, se está intentando priorizar la intervención en las zonas más necesitadas de la ciudad. O del área que preside Francisco Camas, al que se le va a exigir mucho más desde el ámbito patrimonial, y al que se le aprecia voluntad y predisposición pese a algunos borrones, como el del acto de la Pisa de la Uva.
Sin embargo, a Mamen Sánchez y a su equipo habrá que recordarle, a partir de ahora, y por encima de todo, sus fallos. El primero de ellos tiene que ver con los retrasos derivados de la propia situación del Ayuntamiento, en el que a estas alturas se desconoce no sólo el futuro de la plantilla de Onda Jerez, sino el de los demás entes municipales, a la espera aún de la convocatoria de sus consejos de administración.
Y el segundo, con la tardanza en el impulso de contactos y medidas en favor de la creación de empleo. Dijo la alcaldesa hace unos días al respecto que “esta ciudad tiene un potencial increíble y es magnífica para que cualquier empresario pueda venir a invertir”. No debería olvidar que esas mismas palabras ya las han pronunciado cuantos alcaldes y alcaldesas la han precedido, y que no basta con pronunciarlas.

Sin riesgo a una posible moción de censura

Uno de los riesgos de asumir un gobierno en franca minoría -siete de veintisiete concejales- es la  omnipresente amenaza de una moción de censura. Sin embargo, en el caso del gobierno socialista, ese riesgo podemos darlo por descartado, ya que equivaldría a devolver la Alcaldía al Partido Popular, y eso es algo que no van a permitir las fuerzas de izquierda, con mayoría en el pleno -la misma mayoría que permitió la investidura de Mamen Sánchez como alcaldesa el 13 de junio-. El hecho de que ese riesgo sea casi infundado es, asimismo, el principal argumento para que el PSOE no necesite incorporar al ejecutivo a concejales de otras formaciones, caso de IU o Ganemos Jerez, para redistribuir y compartir las tareas de gobierno. De hecho, hay concejales del propio ejecutivo que ya han expresado públicamente su intención de mantener hasta final de mandato la estructura de gobierno actual.

infraestructuras

Aunque ha vivido de las obras ya impulsadas por el anterior gobierno, ha hecho frente a problemas como el de las obras del carril bici y a nuevas demandas vecinales.

cultura y fiestas

Pese a que algunas de sus iniciativas han generado diversos debates, el área de Francisco Camas es una de las mejor valoradas, así como el propio delegado.

personal

Laura Álvarez ha afrontado dos retos importantes: la nueva RPT y la reincorporación de los afectados del ERE, aunque es el Deporte el que más quebraderos le ha causado.

acción social

La Delegación de Carmen Collado ha sido una de las más activas estos tres meses en respuesta a la situación social en que se encuentran muchos ciudadanos.

turismo

El área asumida por la propia alcaldesa aún no ha convocado la Mesa del Turismo, aunque sí ha planteado las líneas estratégicas a sus técnicos.

hacienda

A Santiago Galván le ha tocado lidiar con los números heredados del PP, aunque lo difícil viene a partir de ahora, en un trimestre muy complicado.

De siete concejales a seis gobernantes

A la reducida composición del gobierno local ha habido que añadir un inconveniente más. Son siete concejales, pero sólo seis tienen asumidas funciones de gestión, ya que Isabel Armario fue elegida por Irene García como diputada provincial. La forma en que se anunció su marcha a Cádiz, un día después de su presentación como delegada, dejó en evidencia la falta de coordinación interna.

La duda del coste de una posible alianza

En el PSOE se debaten entre los que consideran que hay que alcanzar un pacto de gobierno con IU y Ganemos Jerez, y quienes no. Sin embargo, si se opta finalmente por la primera opción, queda en el aire una duda fundamental, de tipo económico: ¿es posible incrementar el coste de la estructura de gobierno después de que la misma esté sustentada en el ahorro?

Incertidumbres en el futuro del PP

El futuro del PP está ligado al protagonismo que vaya a seguir desempeñando María José García-Pelayo, pendiente de su inclusión en las listas al Senado o al Congreso y de su declaración ante el Supremo por el caso Fitur 2004. De momento es Antonio Saldaña el que ha asumido las riendas del grupo municipal y las de referente a nivel local.

La realidad de la gestión municipal

Tras las promesas en campaña, toca ser realista, y hay partidos que han tenido la oportunidad de comprobarlo en el día a día. Uno de ellos, Ganemos Jerez, que celebraba el ahorro que se iba a conseguir con la nueva estructura municipal que ellos mismos proponían. Su deseo es que se ahorro se destinara “a un bien común”. Ese bien común se llama finalmente: nuevo plan de ajuste para pagar otro ICO.

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