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El pudor del voto

¿Cuántos votos equivocados podrían introducirse en las urnas? Actualmente hay que pensarlo porque en diciembre parece que metimos la pata votando

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No puede llamarnos la atención que los adolescentes utilicen en el lenguaje coloquial su inglés  de WhatsApp después de oír decir a Rajoy: “a lo que seguro no vamos a renunciar es al mailing”. Ahí estamos, dando ejemplo, toda la clase política española apuntada a sacar el B2. Pronto podrán dar conferencias por el ancho mundo en el inglés de Aznar. Da tanta grima pensarlo como corte a los que no entienden la palabra,  preguntar qué está diciendo. Lo que está diciendo es que su partido, igual que la mayoría de los otros, podrá recortar de otros lados los gastos de la campaña pero en lo de enviarle a cada español la papeleta por correo ni hablar. ¿Por qué? Porque el voto es pudoroso en este país. No hay más que observar como en las encuestas a pie de colegio electoral se le pregunta a la gente qué ha votado y dice justamente lo contrario de lo que sale en el escrutinio. Esas encuestas sí que  podrían ahorrárselas, ya sabemos que mentimos siempre. Ahora el voto hay que llevarlo preparado de casa, bien abrigadito metido en su sobre y no coger allí, en medio de todos, la papeleta, con tantos ojos mirándote; eso sería una impudicia, una exhibición innecesaria. Además, los que le han dado a su esposa el voto antes de salir, no podrían entretenerse charlando porque  su cónyuge podría equivocarse y coger la papeleta que no es.

¿Cuántos votos equivocados podrían introducirse en las urnas?
Actualmente hay que pensarlo porque en diciembre parece que metimos la pata votando, que votamos como no es y así no pueden formarse gobiernos. Esta vez tenemos que hacerlo mejor, creo que fue un lío diferenciar izquierdas y derechas, las siglas ya no quieren decir nada y el centro es un agujero negro que lo absorbe todo. Esta vez tenemos que hacerlo bien, estará toda Europa mirándonos, bueno no sé si toda Europa pero el que si mira con recelo lo que vamos a hacer es el capital. Y es que el dinero es muy asustadizo, por eso es el primero que sale corriendo cuando hay problemas. Antes de reconocer que había crisis en España ya se había ido todo el dinero al extranjero y a continuación tuvieron que ir siguiéndolo los jóvenes. Así que parecen amenazar con nuevas huidas a los que no voten adecuadamente poniendo en marcha una campaña del miedo. A mí me parece que esta campaña está repetida, igual que las elecciones, pensarán que hay gente que no la captó la vez anterior.

Como repetidos resultarán los mítines y los debates por mucho que huela a podrido en Dinamarca, perdón en España, que me dejaba llevar por Hamlet.

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