Manuela, separada y de 50 años, y su hija Sara de 25, no se imaginaban hace tres semanas cuando hicieron la mudanza que la casa que alquilaron en la calle Medina iba a convertirse en su peor pesadilla. “Llegan a estar dormidas y no lo cuentan. Estaban cenando y de repente vieron que había fuego. Bajaron a la calle en pijama, no les dio tiempo a coger nada. Después llegaron los bomberos. Yo no estaba -señala Jonatán González, el novio de la chica- pero llegué en el momento gordo. Aquello era increíble, llamas por todas partes. Un infierno que, afortunadamente, pueden contar, aunque la madre sufre heridas de primer grado en una pierna y una mano y la joven “se quemó las cejas, el pelo y la boca” al intentar rescatar a su gato, que finalmente murió, y a su perro, al que recogieron de la azotea más tarde.
“Casi se queda ella allí por salvarlos”, relata su pareja, que el pasado viernes pudo entrar en la vivienda siniestrada con un arquitecto del Ayuntamiento y se llevó las manos a la cabeza al ver el estado en el que ha quedado el inmueble. La única alegría que se ha llevado es haber podido recoger de la casa un pájaro que tenían y con el que ya no contaban. “Las paredes se han caído, el suelo está levantado...está todo negro, resulta difícil pensar que de allí haya salido con vida alguien”. Salvando una pequeña maleta con una cartera con algo de dinero, “lo han perdido todo; la casa la alquilaron vacía, se llevaron los muebles de su otra casa”, por eso ahora piden ayuda para empezar de cero. “No quieren dinero, sino ropa, y si alguien sabe de una vivienda para irse de alquiler a un precio económico, ahora se están quedando en casa de una hermana”, explica el joven. Su suegra, que se recupera poco a poco de sus heridas, y su novia están en “shock” y”asimilando todo”, y estos días se han reunido con una asistente social del Ayuntamiento para que les asesore y les oriente para dar los primeros pasos tras el enorme susto que han vivido y, sobre todo, para empezar de cero.
Manuela limpia casas y su hija trabaja pero tienen un sueldo muy pequeño, por eso decidieron alquilar esta vivienda “antigua”, por la que pagaban una letra pequeña. Con lo que no contaban es con que la instalación eléctrica estuviera en tal mal estado, tal y como aseguran. “Era una casa vieja y la instalación eléctrica no estaba bien y un cortocircuito se ha comido la vivienda. Ahora nos hemos enterado que antes había habido más incendios, pero nunca nos avisó de nada cuando se alquiló la casa”, apunta Jonatán. De momento, la vivienda afectada ha quedado precintada en espera de la evaluación estructural por parte de los servicios municipales. Se da la circunstancia de que en la planta baja tiene su sede la Hermandad de Humildad y Paciencia, la cual no sufrió daños importantes.
Según informó el servicio unificado de emergencias 112 Andalucía, las primeras llamadas de aviso se recibieron poco después de las 23.00 horas alertando del aparatoso fuego en la vivienda , que no pasó desapercibido por los vecinos y las personas que transitaban por la zona a esa hora. Dos bomberos también resultaron heridos por inhalación de humo y por sobrecarga muscular.