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Jóvenes que trabajan en verano mientras ‘el resto’ descansa

Cada vez son más los estudiantes que en verano buscan un empleo para sacarse un dinero extra y poder pagarse sus estudios.

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  • Socorristas de piscina. -

Como cada verano, multitud de jóvenes buscan un trabajo durante las vacaciones como forma de ganar un pequeño sueldo que les ayude a pagar sus estudios, a lograr unos ahorros  para sus propios gastos o incluso para ayudar en sus casas.


Con sueldos en torno a los mil euros, y tan sólo un día de descanso a la semana, algunos de estos jóvenes se enfrentan a su primer contacto con el mercado laboral, ya que “hoy en día para trabajar, se necesita de experiencia laboral y muchos esperan a acabar sus estudios para empezar a trabajar y eso, es un error” afirma una de las chicas con la que ha hablado este periódico.  Socorristas de playa o piscina, camareros, monitores de tiempo libre…La mayoría prefiere cualquier trabajo antes que la noche y  han accedido al trabajo a través de conocidos de sus padres, pero otros lo han hecho a través de aplicaciones de Internet.


Este es el caso de Maika Peña, de 20 años quien explica que “a través de la aplicación, se pusieron rápidamente en contacto conmigo y me dieron la posibilidad de hacerme una entrevista”. Es su primera experiencia laboral y quiere invertir el dinero que ahorre en estudiar un módulo de asistencia a la dirección. “Estoy pagándome el coche, pero quiero reservar parte de este dinero para el curso que quiero hacer”, cuenta la joven camarera.


­­­También trabajan de socorristas, pero en la playa, Israel Torres y Elena Menacho, de 28 y 23 años respectivamente. Ambos ya trabajaron en piscinas y para Elena este es su primer año en playa. “Prefiero la playa porque aquí hay más acción. Interactúas más con la gente. Me encanta viajar y conocer mundo, por eso estudié Turismo”, explica la joven. Como metas futuras piensa en ser recepcionista de hotel o trabajar en una agencia de viajes. Reconoce que “tengo que mejorar mi inglés. Por eso quiero irme a Inglaterra, ya que los idiomas son algo fundamental para ejercer esos trabajos”.


Por su parte, Israel Torres reconoce haberse equivocado al estudiar Ingeniería. “Quería una carrera que ganara dinero y decidí mal. Durante el invierno soy entrenador personal y estoy opositando a bombero”. A largo plazo, le gustaría abrir un restaurante de comida fitness.


Por su lado, los socorristas de piscina, Carlos Clares, Alejandro Mota y Laura Coronilla, de 23, 26 y 21años respectivamente explican que “nuestra función principal es evitar que los niños corran y prevenir más que nada”. Son conscientes de que es un trabajo temporal y  mientras que Carlos y Laura quieren hacer algún curso o máster relacionado con la actividad física, Alejandro quiere dedicarse a la tonelería.


Deportistas son también Borja Ruiz y Eva María Barrega, de 20 y 23 años, y este verano, monitores de actividades acuáticas como windsurf, catamarán, kayak o kitesurf. Ambos ahorran dinero para futuros estudios, Borja para la carrera de Fisioterapia y Eva para un máster para ser profesora de Educación Física. “Para mí es un regalo trabajar en la playa”, explica Eva.


También se da el caso, de jóvenes  que opositan durante el curso, como es el caso de Ángel Sánchez, de 32 años quien en la época estival aprovecha para sacarse un extra trabajando en un banco. “Llevo tantos veranos así que estoy casi acostumbrado y aunque me quedo sin vacaciones, lo veo como una inversión de cara al futuro, que me permite coger aire para el resto del año”,  explica este opositor a técnico de Hacienda.

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