La Agencia Europea del Medio Ambiente, a través del European Air Quality Index, ha puesto en duda la calidad del aire respirado en Jerez en estos últimos cien días, marcados por la práctica ausencia de precipitaciones y unas temperaturas ligeramente superiores a lo habitual. En concreto, la estación de Cartuja -una de las dos que funcionan en la ciudad- ha considerado que la calidad del aire ha sido “mala” o “muy mala” en 35 de los últimos cien días, algo más de un tercio.
En el lado opuesto se encuentran las jornadas caracterizadas por una calidad del aire “buena” o “muy buena”, que suponen el 34 por ciento del total. Sí resulta significativo que mientras la calidad del aire fue “muy mala” en el 24 por ciento de los casos, apenas llegaron al 3 por ciento las jornadas “muy buenas”.
La situación es bastante más favorable en la estación de Chapín, donde prácticamente la mitad de los días fueron buenos o muy buenos y apenas el 8 por ciento malos o muy malos.
Estas estaciones permiten el seguimiento puntual de los niveles de ozono, dióxido de nitrógeno, dióxido de azufre y partículas PM10 y PM2.5.
A pesar de los datos registrados en estos últimos cien días, Jerez se encuentra muy lejos de alcanzar los volúmenes de contaminación de algunas capitales en las que ha sido ya necesario adoptar medidas para reducir las emisiones de gases.
Así, los últimos valores de nióxido de nitrógeno registrados en la estación de Cartuja y Chapín se mueven entre los 16 y 20 microgramos por metro cúbico. Para hacerse una idea del volumen de contaminación del aire de Jerez basta recordar que en Madrid se aplican medidas específicas para reducir las emisiones a partir de 180 microgramos.
Por lo que se refiere a partículas en suspensión, las dos estaciones de Jerez apenas están rebasando estos últimos días los 30 microgramos por metro cúbico, cuando el valor límite es de 50. La situación es por tanto mejorable, pero todavía no alarmante.
