Con las bajas seguras de los sancionados Javi y Carrasco, de Alberto en fase de recuperación y con Gonzalo y Paco Borrego, lesionados, retorna este miércoles el Xerez Club Deportivo a los entrenamientos en las instalaciones municipales de El Torno. Y es que el peregrinar este año de los xerecistas por los distintos campos del entorno de Jerez merecerá en su momento un estudio, porque no es normal ni lógico en un equipo de categoría nacional. Pero así son las cosas y así hay que contarlas.
Este miércoles toca El Torno, el jueves se podrá entrenar en el Fernández Marchán de Guadalcacín, donde se va a jugar el partido ante el Castilleja el domingo a mediodía, y el viernes se entrenará finalmente en el Colegio de El Pilar, en Marianistas para terminar de perfilar el partido ante los sevillanos que debe suponer un nuevo estirón xerecista en busca de la permanencia.
A todo esto hay que añadir que el lunes se entrenó en Córner 4. Una auténtica odisea. Cada día se entrena en un campo, a pesar de que parecía que definitivamente se iba a trabajar en una sola instalación, pero no es posible por diversas circunstancias, entre ellas las económicas, y de ahí que hay que ir de un sitio para otro y llevando en los coches los bártulos de trabajo, balones, ropa de entrenamientos, conos ya que lógicamente el equipo no tiene fijada una sede donde poder entrar.
A pesar de todas esas dificultades, y diez mil más, el equipo lleva dos partidos consecutivos ganando lo que le ha dado una motivación extra ya que se ve cada vez más cerca la consecución del objetivo y también de una temporada que, a priori, debería dejar paso a otra mucho más tranquila en muchos aspectos.
El domingo se recibe al Castilleja, último clasificado pero un equipo que le ganó en la primera vuelta a los xerecistas cuando pintaban oros para los que entrenaba Vargas y bastos para los sevillanos. Una situación muy parecida a la de este domingo, por lo que es de esos llamados partidos trampa, sobre todo porque el Castilleja puede apurar en Guadalcacín sus últimas opciones de meterse en la lucha por la permanencia, de la que ahora mismo se ubica a cinco puntos. De perder en Jerez daría un nuevo paso atrás y ya vería el horizonte realmente negro. Todo lo contrario de lo que le sucedería al equipo xerecista si lograse vencer ya que alcanzaría la meta de 40 puntos y la permanencia estaría a un par de puntos.