Poco más de 42 kilómetros, como un maratón, serán los que el próximo 26 de agosto realizará el jerezano Juan Manuel Soto, pero en una piscina de Jerez que tendrá que cruzar 822 veces, un reto que se ha propuesto con el objetivo de fomentar la donación de órganos.
Este nadador jerezano de 52 años ha bautizado su reto como un "piscinatón", que completará a beneficio de la Fundación Donando Vidas.
Este desafío, según asegura a Efe, surgió después de que un compañero no finalizase el pasado mes de abril su propio "piscinatón" por una lesión en el hombro durante la prueba que le obligó a retirarse en el kilómetro 30.
Ahora, Juan Manuel toma el testigo y se prepara para darle continuidad a esta misma prueba con la ilusión y la esperanza de lograr el máximo posible de donantes de órganos en España.
Como deportista -comenta- le gustaría acabar este reto, aunque incide en que "lo importante es la captación de donantes de órganos y concienciar a la sociedad sobre la necesidad que hay".
En 2017, se registraron en España 2.183 donantes eficaces de órganos, lo que sitúa la tasa por millón de población en 46,9, según figura en la Memoria anual de la Organización Nacional de Trasplantes, dependiente del Ministerio de Sanidad.
La idea de este desafío deportivo es aumentar esta cifra de donaciones porque "¿qué hay más bonito que cuando por desgracia nos tengamos que ir, nos vayamos regalando vidas?", explica a Efe, para añadir que "a donde vamos no necesitamos zapatos ni pantalones y siempre podemos tener la alegría de saber que la persona que done cinco o seis órganos estará viva en otras cinco o seis personas".
Asegura que no busca un reconocimiento personal por realizar este reto de manera altruista sino todo lo contrario, le mueve el convencimiento de saber que puede lograr un repunte en las inscripciones para donantes de órganos en España.
"Soy feliz haciendo lo que voy a hacer, la causa lo merece", reconoce.
Un desafío que realiza a beneficio de Donando Vidas, una fundación creada por Eduardo Rangel en 2014 después de que su madre falleciera al no encontrar un órgano a tiempo.
La incertidumbre, los fantasmas de posibles lesiones o imprevistos pueden jugar malas pasadas durante las 15 horas que durará esta prueba.
Por eso la preparación mental es primordial y es algo en lo que trabaja en estas semanas previas con su entrenador Iván Franco.
"Desde el 15 de mayo estamos ya preparando a conciencia el entrenamiento", asegura este experimentado deportista que en estas semanas ha nadado ya alrededor de 200 kilómetros en una piscina de 50 metros de longitud, la misma a la que en agosto tendrá que dar un total de 822 vueltas para completar los 42 kilómetros y 195 metros fijados.
Para el día del desafío Juan Manuel pide el apoyo de amigos, familiares y de la sociedad en general para que ese día naden con él.
"Cualquiera que flote y me quiera acompañar puede hacerlo, no hace falta que vaya a mi ritmo", explica a Efe.
Su brazada está en unos 3 kilómetros por hora, lo que traducido en vueltas a la piscina suponen unas 30 a la hora. Aún así, anima a mayores y menores a nadar junto a él en algún momento de las 15 horas que durará su reto.
"Basta con que flote. Con ellos nadando conmigo en la piscina me sentiré más arropado y más animado", confiesa.
Frutos secos, bebidas isotónicas y algunas frutas serán su alimento durante esas 15 horas del "piscinatón". Las consumirá en paradas de unos 40 segundos cada hora, lo justo para tomar aire y continuar con las brazadas.
Una alimentación que a partir de la semana que viene irá incorporando a sus entrenamientos diarios para llegar al 26 de agosto en perfecto estado.
Este maratón en el agua comenzará a las dos de la madrugada y finalizará alrededor de las cinco de la tarde desde la piscina del Club Nazaret de Jerez, empresa que ha cedido sus instalaciones para el entrenamiento y la prueba.
Ese día se instalarán mesas informativas sobre la donación de órganos y un speaker animará a quienes vayan a ver la prueba a hacerse donante, "si no lo son ya", resalta Juan Manuel.
"Es muy poquito lo que vamos a dar y bastante lo que se recibe", incide este deportista que ya ha realizado retos parecidos también por causas solidarias, como cruzar en 2016 el Estrecho de Gibraltar a nado a favor de la Asociación Española Contra el Cáncer.