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Jerez

“Esto es un machaque a la hostelería; nos ha destrozado”

El ocio nocturno y las cafeterías de Jerez estallan: “nos están hundiendo”

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Una imagen de la Plaza de la Asunción este fin de semana.

Alfredo Copas lleva más de un mes cerrado.

El sector espera que Moreno recapacite.

  • Avisan de que la campaña navideña supone el 60% de los ingresos de todo año
  • El sector se coordina a nivel regional para el 21 y hará acciones en sus locales

Hasta este annus horribilis el Café Bar Damajuana y diciembre suponían el binomio perfecto para disfrutar del ambiente navideño en el centro de Jerez con sus multitudinarias zambombas en el patio interior andaluz donde tanto han parado jerezanos y turistas durante las fiestas y el resto del año. Desde el local dejan claro que siempre han “entendido” que debido a la delicada situación sanitaria que vive el país por la pandemia  “no podemos seguir como antes”, y por ello han intentado “adaptarse” abriendo de 13.00 a 18.00 horas y con cuatro trabajadores frente a los 14 que llegaban a ser en estas fechas. Como otros tantos locales de hostelería y de copas, la plantilla está en un ERTE, pero pese a las dificultades que llevan sufriendo desde su reapertura tenían “esperanzas” en que la Junta de Andalucía “abriera un poco la mano” de cara a la campaña navideña. Unas expectativas que la noche del jueves con la comparecencia del presidente de la Junta, Juanma Moreno, se fueron al traste.

“Nos están hundiendo. No entendemos cómo ha analizado esto, con qué comité de experto se ha reunido. Mi sensación es que no vive en nuestro mundo. No es consciente del mundo en el que vive la mayoría de la sociedad”, señalan desde este establecimiento. “A partir de las  seis de la tarde (apunta para referirse al cierre de 18.00 a 20.00 horas que contempla la seguda fase de la desescalada desde el día 18 al 10 de enero para reabrir de 20.00 a 22.30 horas) la gente se reúne en casas, hacen botellones y hay reuniones clandestinas, cuando en un bar tienes la seguridad de que se cumplen las normas para que podamos salir de esta pandemia: no puedo atender a la gente si no si no tienen mesa, no se puede atender en la barra, sabíamos que iban a ser unas navidades tristes, pero esto es un machaque a la hostelería”, advierte. 

Un maltrato que, como denuncia, contrasta con la “locura” que va a haber en los centros comerciales ahora que van a poder abrir más horas y para toda la provincia al permitirse la movilidad. “Nos han apretado el cuello, obligándonos a cerrar. Esto es como si te corto el cuello poco a poco. No puedo pagar   los 200 euros al mes de la SGAE, de una a cinco de la tarde no puedo hacer dinero; es imposible”.

Alfredo Café Copas, en la avenida Lola Flores, lleva un mes cerrado. Su propietario, Alfredo Carrasco, tomó esta determinación cuando  la Junta endureció las medidas por el recrudecimiento de la pandemia tras el puente de Todos los Santos. Desde ese momento, ha llenado su perfil de Facebook del local de mensajes pidiendo a sus clientes que se cuiden, pero el tono ha dado un giro de 180 grados desde la noche del jueves. “20 años especializado en meriendas, en trabajar la tarde, 12 familias dependemos de aquí, pero resulta que entre las 18 y las 20.00 horas es cuando más contagios hay...no dejen de cuidarse amigos”. Así respondía a las nuevas normas decretadas por la Junta, en un muro que a medida que avanzan las horas se ha ido llenando de textos reivindicativos que se repite en los perfiles de hosteleros y bares de ocio nocturno en las últimas 48 horas. “Se vende hostelería. Razón: Junta de Andalucía”.

“Mi negocio está enfocado a la tarde noche y a las meriendas y especializado en coctel. Tenerlo abierto me salía más caro, era peor el remedio que la enfermedad. Es un bar con música sin cocina, yo no me puedo reinventar. Los hosteleros no hemos molestado a nadie, lo que queremos es realizar nuestro trabajo pero es que esto han sido dos palos. El primero, tener que cerrar a las diez y media, esperábamos que fuera una hora más y que el toque de queda se ampliara a las doce. Encima es que esta semana nos vemos igual -prosigue- y hablamos de una semana entera en plena campaña navideña, que es cuando la gente tiene otras miras, sale más. Teniendo lo mínimo la gente sale, al contrario de lo que ocurre en enero y febrero. El segundo palo ya nos parece súper ridículo y inexplicable, que es tener que cerrar de seis a ocho de la tarde. No se puede matar moscas a cañonazos”, denuncia, indignado, reconociendo que tanto él, como sus colegas y, en definitiva el sector, “estábamos totalmente confiados”, en que iban a poder abrir por las tardes y dar cenas atendiendo al comportamiento del virus en otras comunidades como Madrid y Cataluña, donde el toque de queda es a las doce de la noche.

“Esto es inviable, esto nos ha destrozado. En mi caso, de cinco y media a seis es mi punto fuerte hasta las ocho; con lo que me partes cualquier posibilidad de venta de cafetería y pasteles”. A ello añade la paradoja de que los comercios puedan abrir hasta las nueve de la noche pero durante el horario comercial “si le apetecen un café, no van a tener sitio para tomarse nada”.

En Green Park, en la céntrica calle San Pablo, un bar de copas puro y duro, intentan combatir como pueden esta crisis, diversificando su oferta, y ahora también tienen carta de tapas. Esto no quiere decir que le salgan los números. Por eso las nuevas medidas han supuesto “un jarro de agua fría”. “Nadie lo entiende, ni los policías tienen ni idea de cómo lo van a hacer. Es surrealista, cuando el 90% de todos los clientes se van a casa de alguien a tomarse una copa. Esto nos ha cogido fuera de juego porque más del 60% de todo el año son en estas fechas. Si esto pasa en enero y febrero no pasa nada, se cierra. Preservar la salud es lo primero, pero no es lógico lo que hacen, esto va a ser una tragedia colectiva”, sentencia Richard Vargas.

Pese a todo, el sector no pierde la esperanza en que Moreno recapacite. Mientras tanto, en  Asunico y en Horeca, que el viernes celebró un Consejo de Administración, ya avisan de que se están organizando para sumarse a las acciones que se convoquen a nivel regional y en la provincia, aunque también visibilizarán el malestar en los negocios a nivel local. Desde Horeca han convocado una manifestación frente al Palacio de San Telmo el día 21, protestas en las puertas de locales a las seis de la tarde y van a solicitar los nombres de los integrantes del comité de experto y la declaración de actividad catastrófica de la hostelería. 

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