El técnico del Xerez DFC, José Pérez Herrera, hablaba en rueda de prensa tras la victoria frente al Conil que permite a su equipo colocarse líder del subgrupo. Algo que “está claro que no es definitivo, pero estamos contentos porque conseguimos tres puntos más y alargamos esa dinámica positiva de resultados. Sobre todo, el refuerzo moral del equipo que se ve recompensado con este liderato que siempre es atractivo y es bonito de vivir y compartirlo con afición”.
El equipo llegaba al Municipal de Chapín sabiendo que una victoria lo colocaba líder en solitario y eso, según el entrenador jerezano, “influye, aunque hemos intentado paliar en la previa esos sentimientos y ese posible nerviosismo de querer aprovechar esta oportunidad y hacerles ver que pasara lo que pasara no iba a ser definitivo. Tenemos que seguir compitiendo y seguir sumando puntos. Es verdad que inconscientemente el futbolista lo ve como una bonita oportunidad de recoger ese premio a la buena dinámica. Tenemos que tener los pies en el suelo y ni en noviembre estábamos sin posibilidades de jugar el playoff ni ahora estamos ni mucho menos ascendidos. Es un paso más en el camino. Tenemos que pensar ya en el siguiente partido”.
Uno de los héroes de la jornada fue Camacho con dos paradones a Carlos Cuenca en un uno contra uno y tras el cabezazo de Luque casi al final: “Muchas veces no se le da el valor que tiene porque somos un equipo al que se genera muy pocas ocasiones de gol. Si miramos los partidos anteriores la cantidad no es muy grande y el trabajo de Camacho que no se ve es la prevención, es muy comunicativo y eso hace prevenir ciertos acercamientos del equipo rival. Lo importante es que con las pocas ocasiones que tienen los rivales es capaz de darnos esa resolución bajo palos y eso es difícil. Ha estado muy acertado. Al final eso no se celebra como un gol, pero tiene la misma importancia que si marca un delantero porque nos salva dos puntos al final del partido”.
En un momento del partido, José Pérez Herrera alentaba a la afición que había podido acudir a Chapín porque veía que “la grada estaba sufriendo porque podía llegar el empate y teníamos que invertirlo. Necesitábamos el aliento de la gente y eso ha servido que los jugadores luchasen hasta el final y hemos conseguido, gracias a ese empuje de la afición, la victoria. La intención era activar ese plus que necesitaba el grupo. Cada uno tiene su parte de culpa y esta victoria también es gracias a ellos porque somos uno, los necesitábamos y hoy estaban ahí”.
El equipo supo llevar los instantes de presión al final del encuentro. Decía el jerezano que “al final es cuestión de contagio. A principios de liga tuvimos momentos en los que los rivales aprovechaban sus pocas oportunidades y a nosotros nos costaba mucho hacer gol. Eso nos hizo generar un pensamiento negativo dentro del grupo y eso se iba contagiando. Partidos como el del Antoniano perdimos, pero había sensaciones de que podía pasar. Eso ahora lo hemos invertido y es todo lo contrario. Ahora el pensamiento es positivo y nos hemos contagiado con la idea de que lo podemos lograr y que vamos a ser capaces de aguantar. Esa positividad del equipo ha hecho que nos quedemos los tres puntos”.
