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El Málaga pone fin al maleficio en La Rosaleda (3-2)

Los goles de Rubén Castro y los canteranos Cristian y Dani Lorenzo sellan el triunfo ante el Lugo, aunque acabó jugando con fuego en el descuento

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  • El marbellí Cristian debutó como titular en La Rosaleda y se fue del partido con gol y asistencia. -
  • Se pidió la destitución de Manolo Gaspar tras el partido a gritos de "¡Manolo, vete ya!"
  • Un terremoto para los corazones de un estadio que le faltó hacer la ola y que acabó con un nudo en la garganta

El Málaga volvió a recordar lo que se siente al ganar en casa tras once meses de sequía. Un 3-2 engañoso, porque pretendió ser un 3-0 con goles del debutante Cristian, Rubén Castro y Dani Lorenzo, pero esa situación paradisíaca supuso el desliz de encajar dos goles del Lugo en el descuento (Sebas Moyano en el 91 y Manu Barreiro en el 94).

Un terremoto para los corazones de un estadio que le faltó hacer la ola y que acabó con un nudo en la garganta y con más alivio que felicidad. Una victoria que debe ser revitalizadora, vitamínica, reconductora en lo anímico. Y aun así, el malaguismo no se olvidó de Manolo Gaspar pidiendo su destitución. Este partido tenían que ser tres puntos obligados y eso no taparía el enfado de la afición, que estuvo de diez.

El día nublado necesitaba de un golpe de luz y quién mejor que una nueva esperanza, un chaval de 21 años que hace dos semanas no existía para gran parte del aficionado y que le tocó debutar en la barbarie de Leganés. Y este domingo, Cristian fue titular, y Cristian tocó su segundo balón y Cristian marcó el gol de su vida. Un regalo del guardameta del Lugo lo sirvió de cara Rubén Castro para que el marbellí la cruzara con un disparo seco que pegó en el poste antes de acariciar la red (1-0).

Saltó al césped el Málaga con las revoluciones que requerían, dispuesto a quitarse el miedo escénico. Lo hizo con varios cambios, empezando por la sala de máquinas. Luis Muñoz y Ramón, centrocampistas por detrás de Febas. Cristian en la izquierda y Hervías, que pegó un trallazo al larguero de falta directa, fue incisivo en el otro costado. El extremo acabó siendo uno de los más destacados en ataque.

El Málaga controló la situación hasta que un desajuste en transición dio el primer susto. Chris Ramos chutó cerca del palo de Manolo Reina. No se acercó más el equipo rival, y la primera parte se esfumó entre centros del Málaga que no encontraban último remate. Seguía faltando precisión en los metros finales, pero por fin se logró materializar un error rival y eso, en Segunda, suele ser clave. Que se lo digan al Málaga, experto en salir perjudicado por fallos propios.

En la segunda parte tenía que llegar rápido ese segundo gol que trajera la calma. El Lugo golpeó a balón parado y Reina respondió como pudo. Entonces aparecieron por dentro los jugones, interconectados Luis Muñoz y Aleix Febas, y se buscó la sangre fresca de un Cristian que participó de manera directa en el gol de Rubén Castro (2-0, minuto 56). En una segunda jugada, el joven malaguista centró y el ariete canario controló y definió con la calma que le caracteriza. Tercer chicharro de Rubén Castro, que celebró mirando de frente a un fondo sur en algarabía. Por fin algo que festejar en casa.

Pepe Mel sentó a Cristian, que recibió una ovación de esas que nunca se olvidan. Entró otro producto de cantera, Dani Lorenzo, para reforzar el bloque medio y ganar calidad entre líneas. El partido, a veinte del final, entró en un momento de ebullición, sobre todo con el gol de Hervías que fue anulado por un fuera de juego milimétrico.

Menos mal que era un domingo de redención, de empezar a coser heridas a base de goles. Una noche de disfrute, que las hay muy pocas veces por estos lares, desgraciadamente. Llegó, ahora sí, el tercero. Al contraataque, con un timing perfecto, Rubén Castro dio su segunda asistencia para que Dani Lorenzo disfrutara de su primer gol en el fútbol profesional (3-0, minuto 75).

A partir de ahí, aplausos unánimes para cada blanquiazul que abandonaba el terreno de juego. Entraron Bustinza, Andrés Caro y Fran Sol. Hubiera sido bueno defender esa puerta a cero hasta el final para mantener el resultado redondo, pero en una jugada embarullada maquilló el resultado Sebas Moyano y luego Manu Barreiro metió miedo para el definitivo 3-2. 

Creían ustedes que este Málaga iba a ganar tranquilo. Imposible de imaginar un día sin algo de sufrimiento, aunque sea en pequeñas dosis. “¡Manolo, vete ya!” se escuchó tras el pitido final. Un triunfo para salir de la última posición y para romper un maleficio que ya era surrealista.

 

Ficha técnica:

Málaga CF: Manolo Reina; Juanfran, Burgos, Escassi, Javi Jiménez; Ramón, Luis Muñoz (Villalba, 78’), Febas (Andrés Caro, 85’); Hervías (Bustinza, 78’), Rubén Castro (Fran Sol, 85’) y Cristian (Dani Lorenzo, 64’).

CD Lugo: Óscar; Calavera, Alberto, Neyder (Moyano, 57’), Lebedenko; Xavi Torres; Clavería, Carbó (Cuéllar, 57’), Señé (Juanpe, 57’); Manu Barreiro y Chris Ramos.

Goles: 1-0, Cristian (min. 4). 2-0, Rubén Castro (min. 56). 3-0, Dani Lorenzo (min. 75). 3-1, Sebas Moyano (min. 88). 3-2, Barreiro (min. 94).

Árbitro: Jon Ander González Esteban. Amonestó con amarilla a Hervías, Cristian y Fran Villalba del Málaga CF y a Carbó, Xavi Torres del CD Lugo.

Incidencias: Partido de la jornada 11 de LaLiga Smartbank disputado en La Rosaleda ante 14.623 espectadores.

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