El Sindicato Médico de Málaga se ha concentrado en la puerta del Hospital Virgen de la Victoria (Clínico) para manifestar su rechazo al borrador del estatuto marco propuesto por el Ministerio de Sanidad. La principal crítica de los facultativos es que la reforma supone un retroceso en sus condiciones laborales, ignorando el sacrificio y los años de formación que requiere la profesión.
Ana José Duarte, secretaria general del Sindicato Médico de Málaga, ha denunciado que el nuevo estatuto menosprecia el esfuerzo de los médicos, quienes dedican más de una década a su formación. Además, ha señalado que la norma no reconoce el tiempo trabajado en guardias médicas ni regula adecuadamente los descansos, perjudicando la conciliación familiar y la salud de los profesionales.
Uno de los aspectos más polémicos del borrador es la imposición de una cláusula de exclusividad para los médicos residentes, que les obligaría a permanecer en la sanidad pública durante los primeros cinco años tras terminar su formación. David Montes, vicepresidente de la asociación MIR España, ha calificado esta medida de injusta y discriminatoria, comparándola con otras profesiones que no tienen restricciones similares.
Según Montes, las condiciones económicas de los médicos residentes en España ya son precarias, con sueldos que en algunas comunidades autónomas están por debajo del salario mínimo interprofesional. Esta situación, sumada a la imposición de la exclusividad, podría agravar la fuga de profesionales hacia otros países con mejores condiciones laborales y salariales.
Por su parte, Elena Espinoza, médica especialista del Hospital Clínico Virgen de la Victoria, ha criticado las declaraciones de la ministra de Sanidad, Mónica García, quien ha minimizado las dificultades de los facultativos. Espinoza ha destacado las jornadas laborales extenuantes que enfrentan los médicos, muchas veces superando las 80 horas semanales, lo que afecta tanto su bienestar como la calidad de la atención a los pacientes.
Los manifestantes han exigido que se regulen adecuadamente las guardias médicas y que se respete el derecho a la conciliación laboral y familiar. También han solicitado que se reconozca la profesión médica como una actividad de riesgo, dada la carga física y mental que implica.
El Sindicato Médico de Málaga ha asegurado que continuará con las protestas y movilizaciones hasta que el Ministerio de Sanidad atienda sus demandas. Los profesionales sanitarios advierten que la reforma, tal como está planteada, podría debilitar aún más el sistema sanitario público, afectando tanto a los trabajadores como a los pacientes.