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El Málaga se vuelve a atascar en la Rosaleda y el Zaragoza toma oxígeno

El equipo malagueño en La Rosaleda donde no gana desde el 22 de diciembre, cuando derrotó al Real Madrid

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El Málaga se ha vuelto a "atascar" en su estadio de La Rosaleda, al empatar (1-1) con un serio Real Zaragoza que, con el punto obtenido, toma una ligera brisa de oxigeno en la clasificación.

Lo mejor para el Málaga ha sido la reaparición del brasileño Julio Baptista, que ha vuelto a jugar tras estar quince meses de baja por lesión.

El equipo malagueño en La Rosaleda donde no gana desde el 22 de diciembre, cuando derrotó al Real Madrid (3-2).


Ahora "pinchó" ante un rival que se presentaba con el aliciente de dos ex malaguistas, los centrocampistas Antonio Galdeano "Apoño", recuperado de una lesión muscular, y José María Movilla; y que ha roto el lastre de 463 minutos sin marcar entre Liga y Copa del Rey.

En el primer acercamiento del Zaragoza al área malaguista, en un centro de Álvaro, el portugués Hélder Postiga se adelantó a la defensa y marcó el 0-1 (m.13). A esta incidencia se unió la lesión del único lateral izquierdo del Málaga, Eliseu, que fue sustituido por Sergio Sánchez.

Cuando menos se esperaba, un centro de Gámez por la derecha, remató de cabeza Camacho y Paredes, según el asistente de Álvarez Izquierdo, tocó el balón con la mano, señalizando penalti, que transformó "Isco", en el minuto 22.

El partido empezaba de nuevo con un Zaragoza muy bien trabajado, con superioridad en el centro del campo y con pocos errores ante un Málaga, espeso, y con pocas ideas ofensivas, aunque Isco pudo adelantar a su equipo con un disparo que pegó en el larguero tras tocar con la cabeza Apoño, y un lanzamiento de Gámez, que despejó Roberto.

El Zaragoza lo pasó mal, pero no se amilanó y siguió con su juego por las bandas con rapidez e incluso poniendo en peligro la portería de Caballero, que tuvo que intervenir cuando Montañés registró la ocasión más clara dentro del área pequeña, pero su disparo lo atajó el guardameta argentino.

En la segunda parte el Zaragoza estuvo mejor, más asentado ante un Málaga sin conducción de balón y totalmente desfigurado. Apoño, con muchas ganas, lanzó una falta que se estrelló en el poste y el rechace le llegó a Movilla, sólo, que lanzó fuera, en una ocasión clarísima.

Ante las muestras de debilidad, el técnico Manuel Pellegrini sacó a la cancha al brasileño Baptista, tras 15 meses de ausencia, y en algo cambió a su equipo, pero sin inquietar demasiado a un Zaragoza sereno.

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