El Unicaja Málaga ganó con rotundidad (81-55) a un débil Gipuzkoa Basket, al que borró de la pista en un partido brillante en el que siempre fue muy superior.
El Unicaja, que se asienta en la cuarta posición de la Liga, repetía comparecencia en el Carpena para intentar seguir firme entre los primeros y con la moral alta después de ganar en la Euroliga al Anadolu Efes turco, pero de salida el Gipuzkoa, que llegaba con el reto de reengancharse a la zona alta tras romper la pasada jornada una racha de seis derrotas, no se lo puso fácil.
Los vascos salieron con intensidad y se pusieron por delante (4-7, m.4), pero sólo aguantaron el primer cuarto. Luego, cometieron muchos errores y se fueron diluyendo a medida que aparecieron los puntales del Unicaja, que empezó a mandar (19-12, m.9) con el americano Ryan Toolson muy acertado (10 puntos en el primer tiempo).
Quiso reaccionar el equipo de Sito Alonso y acortó distancias para situarse sólo tres puntos por debajo al final del primer cuarto (20-17, m.10), pero en el segundo los malagueños, con una gran defensa y muy atinados en ataque, abrieron distancias en el marcador hasta lograr una máxima renta de 16 puntos (37-21, m.17).
David Doblas, referente bajo los aros de los guipuzcoanos, se cargó pronto con tres personales y se fue al banquillo al inicio de este cuarto. En los locales, el lituano Kuzminskas y, sobre todo, el esloveno Zoran Dragic desarbolaron el entramado defensivo del Gipuzkoa, en el que sólo el estadounidense Jason Robinson -anotó 13 puntos en la primera parte- mantenía el tipo.
Robinson siguió siendo el único en dar la talla en los vascos, que se fueron doce puntos por debajo al descanso (43-31), pero en la reanudación el Unicaja no le dio ninguna opción.
Fran Vázquez, Earl Calloway y Caner-Medley se sumaron al festival anotador de su equipo hasta conseguir, con un juego brillante en muchas fases, una máxima ventaja de veinticinco puntos (61-36, m.26), que se acrecentó aún más al final del tercer cuarto (68-40).
En el último parcial, el Gipuzkoa, con David Doblas desaparecido, como todo su equipo, bajó los brazos ante la notoria superioridad de los andaluces, que llegaron a tener una máxima renta de 33 puntos (75-42, m.33).
En plena fiesta de los malagueños y ante el naufragio absoluto de los guipuzcoanos, sólo dos triples del ala-pívot Charles Ramsdell y otro de Cortaberría maquillaron algo el resultado de un partido que acabó con una victoria aplastante del Unicaja por 81-55.
