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Andalucía

Los 4.000 vecinos del barrio de la Pelusa están con el cable 'al cuello'

Málaga Ahora denuncia el cableado aéreo que persiste en la barriada y que provoca apagones y hace poco un incendio en una terraza. La portavoz Ysabel Torralbo exige al Ayuntamiento una mesa técnica con las compañías eléctricas y telefónicas.

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Están con el cable al cuello. Casi, literalmente. Los 4.000 vecinos de La Pelusa continúan su particular batalla contra el cableado aéreo que sobrevuela la barriada desde hace años originando constantes apagones que provocan más de un quebradero de cabeza en su vida diaria y ponen en jaque a sus electrodomésticos.

Cables que, por la fuerza del viento, se han descolgado convirtiéndose en un obstáculo en su camino, tal y como se aprecia en alguna de las instantáneas que acompañan esta información. Y postes de madera que han provocado más de un incendio. El último, el sucedido en la calle Algarrobo que quemó la ropa tendida en una de las terrazas y que, afortunadamente, quedó sólo en un susto.

Una situación que ha vuelto a poner sobre la mesa Málaga Ahora, cuya portavoz Ysabel Torralbo, exige una mesa con las compañías eléctricas y telefónicas para un problema que se repite en barrios del Distrito Este como La Araña, Las Cuevas o La Mosca. "Hay que tomar medidas drásticas, necesitamos un plan de soterramiento del cableado aéreo; no podemos hablar de 'smart city' cuando los vecinos de La Pelusa viven en estas condiciones, esto es tercermundista", manifestó Torralbo. 

"Todo lo que se hace en el barrio es poco y tardío y lo que hemos conseguido ha sido a base de insistir y, algunas veces, plantándonos en las obras para pararlas porque así no era como lo queríamos", explicaba Inmaculada de la Torre, la presidenta de la asociación de vecinos. Y es que el cableado aéreo no es el único problema que quita el sueño en La Pelusa.

La accesibilidad para un barrio que ha crecido -cuenta con tres institutos, dos colegios y una guardería-, la rehabilitación integral pendiente -apenas han arreglado calle y media- y la herida abierta del río seco, ahora limpio pero sin proyecto encabezan la lista de cuentas pendientes en un barrio que reivindica su espacio. 

Larga lista

Basta un breve paseo de la mano delas vecinas para atisbar lo que padecen cada mañana. Las cuestas son un handicap en el barrio y el mal asfaltado de la mayoría de sus calles, muy transitadas, una constante. “Desde 2010 estamos esperando el plan de rehabilitación integral, y apenas han acometido una calle y media”, relata Inmaculada, “y algunas las han tenido que levantar hasta tres veces, no entendemos cómo, por ejemplo, primero viene Urbanismo, hace la calle, luego Accesibilidad, la vuelven a levantar porque está mal... no hay dinero y, encima el poco que hay está mal gestionado”.


Están cansados de parches y se sienten abandonados por parte de las administraciones. “En 2009 empezó la asociación y desde entonces el Ayuntamiento sólo está haciendo microactuaciones”, lamenta de Torres. “En la calle Inés Suárez, la única que han hecho, faltan aún las papeleras y ya has visto cómo están las aceras o el arroyo que, por lo menos, hemos conseguido que lo limpien, aunque esto cambiaría muchísimo con un bulevar con zona verde y bancos”, reclama. Una larga lista de reivindicaciones que La Pelusa no está dispuesta a pasar por alto, como sus cables.

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