El Ayuntamiento sigue con su guerra en solitario contra los mosquitos en las zonas exteriores limítrofes del paraje de la desembocadura del Guadalhorce
El Ayuntamiento de Málaga sigue con su guerra contra los mosquitos en solitario, después de que la Junta de Andalucía no haya aceptado la oferta para cofinanciar un plan de acción contra el insecto, de la especie 'aedes caspius', que trae de cabeza a los vecinos de Guadalmar, Sacaba Beach y Parque Litoral, que pedían medidas más contundentes para evitar el calvario que muchos residentes sufrieron el verano pasado.
El Consistorio ha iniciado el control de mosquitos en las zonas exteriores limítrofes al Paraje Natural de la desembocadura del Guadalhorce mediante el uso de un insecticida adulticida con un cañón pulverizador montado sobre un vehículo. Este cañón permite aplicar el producto sin que ningún operario lo manipule y tiene un alcance de 30 metros y funciona sin causar excesivo ruido.
El programa intensivo, que tiene previsto también colocar hasta 16 trampas con una sustancia olorosa que atrae y succiona a los mosquitos y una carretilla pulverizadora para actuar en las zonas de refugio diurno de estos insectos, actuará entre los meses de mayo y septiembre y supondrá una inversión superior a los 18.000 euros.