La plataforma ‘Violencia Cero’ organizó esta manifestación con críticas hacia el Ayuntamiento por el trato recibido
“Menos minutos de silencio y más presupuesto”. Así rezaba la pancarta con la que la platafoma de Violencia Cero, que lucha contra el m altrato machista, daba el pistoletazo de salida a un encierro en el interior de las dependencias del Ayuntamiento de Málaga celebrado ayer. Bajo el nombre de ‘Alerta feminista’, un extenso grupo de hombres y mujeres se movilizaba para pedir el fin de la violencia de género y una mayor partida presupuestaria del Gobierno central para campañas de concienciación.
Partidos como Málaga Ahora mostraron su apoyo a este encierro. Ysabel Torralbo, su portavoz en el consistorio, pidió que como “pacto de Estado” se destinen 120 millones de euros solamente para luchar “contra el terrorismo machista” aparte de todas las políticas de igualdad que sean necesarias”. “Las mujeres necesitamos que esto se tome realmente como algo necesario y ante la inoperancia de lass instituciones han tenido que ser las mujeres las que den el paso firme”, defendió Torralbo. Por su parte Izquierda Unida, en voz de Remedios Ramos, denunciaba que cada día “asistimos estupefactas a que nos digan que una mujer más ha muerto: no, no ha muerto ha sido asesinada”.
A este movimiento también se unió el sindicato CCOO, que a través de su secretaria de la Mujer de CCOO Málaga, Saray Pineda, denunció que “el Gobierno carece de voluntad política para luchar contra esta lacra de violencia hacia el colectivo femenino y sus menores”. “No basta con contar los casos ocurridos,- continuóPineda- , lo importante es poner todos los medios para que no se sigan produciendo asesinatos. El Gobierno ha reducido las partidas presupuestarias para la igualdad de oportunidades, en un 45% desde 2010, así como las destinadas a la violencia machista.”
Dicho encierro dio comienzo a las 12 del día con una concentración previa y continuó hasta la media noche. Durante la mañana se vivieron algunos momentos de fricción entre la asociación organizadora y el gobierno local por las protestas a este último debido al trato recibido según Violencia Cero. Su presidenta, Emelina Galarza, contaba que pidieron autorización para hacer la concentración y el encierro el viernes y denunciaban que no les parecía de recibo el trato dado a los manifestantes ya que según narraba había algunas personas a las que se le había quitado el agua o no les permitían llevar comida, lo que resumían en recibir un trato “que no coresponde a la casa de la ciudadanía”.