Derrota del Málaga CF ante Las Palmas por la mínima (1-0), que lo condena a ser todavía más colista. La tensión y el respeto sobrevolaban el césped grancanario. Sobre él, dos equipos que se jugaban mucho más que tres puntos y cuyos números los han hecho hundirse en la tabla clasificatoria en Primera División, de la que iban a luchar por la permanencia.
No tardó ni un minuto en aparecer en escena uno de los nuevos fichajes del Málaga, el delantero Brown Ideye. La réplica la dio el argentino Jonathan Calleri, que se quedó solo en el área malaguista sin saber finalizar la jugada.
Los locales querían la posesión y la circulación de balón, mientras que el Málaga esperaba rezagado atrás y buscaba continuamente en largo al delantero nigeriano, que, en el 18, estuvo muy cerca de aprovechar un pase de Samu García. Tampoco estuvo acertado Adrián, que remató un balón picado enviándolo a las manos del portero local Chichizola.
Lo intentaban los jugadores de Paco Jémez desde una falta lejana, pero el esférico salió por encima de la portería, sin peligro. Ambos conjuntos mostraban un fútbol conservador, sin riesgos, sin complicaciones para las defensas, que despejaban sin querer construir la jugada.
Keko insistía en sus llegadas al área amarilla, aunque no finalizaba con tiro a puerta; y se intercambiaban las jugadas de peligro entre ambos equipos. Los isleños, con un punto de intensidad y de ambición más, intentaban salir tocando ante la fuerte presión de los blanquiazules.
La lucha se endureció en el centro del campo y las amarillas empezaron a brillar en la mano del De Burgos Bengoetxea. Al filo del descanso el guardameta malaguista Roberto hizo su aparición para detener el primer disparo del partido entre los tres palos que hizo Míchel Macedo.
Las Palmas volvía a la carga por medio de Hernán Toledo, cuyo balón desvío la zaga visitante. Continuó con el arreón final el equipo grancanario, cerrando la primera mitad con un trallazo de Calleri desde la frontal del área, que salió rozando el larguero.
Arrancó la segunda mitad como un calco del inicio del partido. El dominio de Las Palmas no era tan evidente y la primera oportunidad la tuvo Samu García, que se fue en velocidad finalizando con un autopase demasiado largo. El pie de Chichizola evitó el gol del Málaga, en el 55, tras un saque de banda que sacó Rosales y controló Ydeye para dejarle un peligroso balón a Keko, que disparó al muñeco.
Replicó sin pausa Etebo que hizo que se empleara Roberto para despejar a córner. El partido siguió con rumbo incierto y los técnicos movieron ficha; a ninguno le interesaba el empate y los nervios empezaron a aparecer sobre el terreno de juego provocando imprecisiones.
El cansancio apareció en los últimos minutos y el campo se estiró. El Málaga lo intentaba con balones largos y llevaba el peligro con jugadas a balón parado.
Y fue al filo del 90 cuando llegó el gol de los locales tras un rechace que ajustó al palo Halilovic. Un jarro de agua fría para los blanquiazules que se hunden en la última plaza de Primera.