“Ha sido el juicio del asco,
nauseabundo, me ha producido
más asco que el que ya me produce la quimio, que es bastante”, ha dicho hoy martes Rosa Garrido, la hermana de Lucía Garrido, la mujer hallada muerta en la piscina de su finca de Alhaurín de la Torre (Málaga) en 2008. El juicio concluyó el pasado viernes con la
absolución de los cuatro acusados por el asesinato, tras el veredicto de un jurado popular.
Un caso que no ha llegado a su fin, ya que la familia
recurrirá la sentencia absolutoria. “Si algo se ha aprobado en este juicio es la corrupción policial que nos ha acompañado durante todo el procedimiento”, ha indicado por su parte Ignacio Carrasco, portavoz de la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), que acompañaba a la hermana de la víctima durante la rueda de prensa.
Para Rosa, este juicio va a ser “un regulador, un espejo de lo que está sucediendo en esta sociedad”, pero ha asegurado que no se siente “derrotada para nada, nos queda el recurso”. “Tengo muchas
esperanzas en este recurso, que le pido a Dios que no sea muy largo, porque mucho tiempo no tengo, a ver si la justicia después de lenta y cara reacciona”, ha pedido Rosa, que se encuentra en
tratamiento oncológico, haciendo referencia a los once años y cinco meses desde el asesinato de su hermana.
Así, ha recordado que estaba “contenta de cómo iba el juicio, hasta el cuarto día que todas
mis esperanzas se fueron por el desagüe”, cuando se analizaron las
pruebas de ADN: “Guardia civil contradiciendo a guardia civil”; aunque ha afirmado que sigue confiando en Asuntos Internos, unidad que llevó la segunda investigación del caso, “y que ahora son los que tienen que defenderse de toda la difamación que se le ha hecho”.
Del mismo modo, Rosa ha subrayado que, tras once años de instrucción, se haya producido un juicio “exprés” con sesiones “maratonianas”. Por ello, considera que
no se trataba de un caso para un jurado popular, a lo que ha agregado que “
no estaban a la altura de este macrojuicio, porque era de narcotráfico, muerte de dos colombianos, asesinato de mi hermana, tráfico de animales, subvenciones”.
“Todos opinamos que este
juicio ha sido un tongazo, me lo dicen así”, ha declaro la hermana de Lucía, considerando que en su opinión el caso “
tendría que salir de España” para resolverse.
También, ha querido dar las gracias “eternamente”, a las amigas de su hermana, quienes acudieron para declarar: “Tienen
aterrorizado a todo el pueblo de Alhaurín, que la gente venga a dar su testimonio me parece un acto muy grande de valentía”. “Pero no ha valido para nada”, ha lamentado, agregando que “ha valido el testimonio de ellos y el nuestro no ha valido para nada, ni siquiera el de mi sobrina, que lo ha vivido en primera persona”.
Por último, ha concluido exigiendo a la “
señora justicia” que se “
quite la venda de los ojos”.
Por su parte, Ignacio Carrasco, que ha sido acusación particular, ha asegurado que ha habido “una
serie de irregularidades”. Para el portavoz de la AUGC, “por los elementos que rodean el caso” era “fundamental” que lo asumiera un jurado profesional, porque “se
habla de mafia, de tráfico de drogas y de tráfico de armas, no ha faltado de nada”.
Sobre las pruebas de ADN, ha resaltado que, “o Asuntos Internos y dos miembros del laboratorio han fabricado una prueba, lo cual es muy grave, o se ha hecho
desaparecer en las mismas entrañas de la Guardia Civil el informe del segundo análisis de ADN, que dio positivo”. Al mismo tiempo ha apuntado que “actualmente este documento ha desaparecido” y que “el fiscal ha abierto diligencias sobre este tema y espero que llegue hasta sus últimas consecuencias”.
Ha destacado que desde el inicio del caso “han desaparecido las declaraciones de un acusado, se han
rayado los cedés con las escuchas telefónicas y se han
perdido las llamadas entrantes y salientes del principal acusado”.
También, según Carrasco, en el Sitel, la base donde se guardan las escuchas telefónicas de la Policía y la Guardia Civil, “han desaparecido todas las llamadas del caso de Lucía Garrido”.
El portavoz de la AUGC ha denunciado además que “
no se investigaron las relaciones entre el teniente que investigó el caso y el exmarido de Lucía, ambos detenidos y condenados por tráfico de drogas, y no se investigó la muerte en la misma finca de dos colombianos un año después”.
Así, ha asegurado que se han producido “
cinco muertes” relacionadas con este caso, porque “han sido asesinados dos testigos protegidos, los dos colombianos y Lucía Garrido”; se ha “
extorsionado a un testigo protegido”, y “se le ha puesto
precio a la cabeza de otro testigo protegido”.
“Lo que aquí ha ocurrido no solo nos afecta a la familia de Lucía Garrido sino a todos”, ha incidido, alegando que han hecho “mucho más de lo que podíamos. Arrastrar a este monstruo (expareja de Lucía) hasta la sala y allí se ha manifestado ante todos, ha demostrado su tamaño, sus tentáculos y el poder que tiene”.
“Lo que aquí ha ocurrido ha sido
plomo, plata y corrupción policial”, ha sentenciado Carrasco.