El nuevo Designer Outlet Málaga del Plaza Mayor no ha estado exento de polémica desde su apertura. El principal de los problemas: los atascos kilométricos para lograr entrar o salir del recinto comercial, algo que afectado directamente a los vecinos de la zona.
Los residentes de Guadalmar, uno de los barrios convertidos en “ratoneras” junto al de Churriana, mantuvieron esta semana una reunión con responsables del Ayuntamiento de Málaga para trasladar sus quejas. Paco Gaspar, presidente de la asociación vecinal Almar de Guadalmar, ha criticado “la falta de previsión” que están pagando los ciudadanos malagueños.
La afluencia de clientes que atrae el nuevo outlet, que aún no ha abierto todas sus tiendas, se suma a los demás usuarios del Plaza Mayor, a los del Bahía Azul y al resto de grandes comercios de la zona, lo que supone unas 50.000 personas durante los fines de semana, según datos municipales proporcionados por la asociación.
Asimismo, Gaspar ha añadido que “todo esto lo estamos hablando ahora que aún hace frío, pero ya mismo empieza la época de playa”, advirtiendo de que la cifra de personas que acuden al distrito aumentaría.
Entre las soluciones propuestas a corto plazo por el Consistorio en la reunión se encuentra que parte del tráfico se libere por el puente que se encuentra en construcción sobre la MA-20, que anteriormente fue derribado a raíz de las obras del Plaza Mayor; además de dar salida el tráfico desde el Ikea a la MA-21, antigua N-340, mediante un ramal de incorporación a la altura de la base aérea.
En cuanto al primer punto, el presidente ha mostrado su rechazo ya que los vecinos de la barriada solo pueden acceder por la carretera del Campo de Golf, a la que sería derivada parte del tráfico: “Esto al final se va a convertir en un colapso y el problema es que Guadalmar solo tiene una salida”, ha dicho.
“Ya se notan mucho los problemas de circulación para entrar y salir de Guadalmar”, ha asegurado, señalando que “la carretera del Campo de Golf no está preparada para ello”.
“Lo que nos preocupa es sobre todo si hay una emergencia”, ha reivindicado Gaspar, haciendo referencia que al igual que los coches privados se quedan atascados los vehículos de emergencias tampoco podrán entrar ni salir.
Del mismo modo, ha afirmado que “la única alternativa que dijo el concejal es que la Policía Local intentaría ir regulando y desviando una parte del tráfico para acá y otra para allá, pero eso lo hará la policía municipal una vez que se lie el follón y cuando se líe el follón nosotros ya estamos bloqueados”, ha denunciado.
Por otro lado, la solución planteada para evitar el colapso de la carretera del Campo de Golf “es un desdoble de la carretera, paralelo a la autovía, pero ese desdoble no tiene proyecto hecho, ni plazo”, ha lamentado.
Respecto a la segunda solución a corto plazo, el presidente ha incidido en los “problemas de inundabilidad” de la antigua N-340. El deficiente drenaje de la zona del aeropuerto hace que se anegue fácilmente a la altura de la base aérea, lo que tras fuertes lluvias deja a una gran cantidad de vehículos atrapados por balsas de agua, que les impiden avanzar. Ya en 2015, tras una gran tromba de agua se acordó tomar medidas para recudir el riesgo de inundaciones, pero esas obras aún no se han llevado a cabo.
A todo ello, Gaspar ha añadido los futuros proyectos que hay encima de la mesa y que atraerían aún más afluencia: La Academia del Málaga, el planetarium en el Campamento Benítez, hoteles y otras zonas de recreo en la Cizaña, el yacimiento del Cerro del Villar sobre los fenicios, ha enumerado.
Por último, ha informado de que durante este pasado fin de semana los atascos no han sido tan preocupantes como los de semanas anteriores, aunque “dentro del Plaza Mayor sí ha habido algunos problemas”. Una moderación de la situación que achaca que “la prensa se ha hecho eco de todos los problemas de tráfico y atascos que aquí ha habido y, evidentemente, eso ha tenido que afectar, porque nadie va a venir al Plaza Mayor para quedarse atascado”, ha concluido.
