Las 'kellys', acrónimo de "las que limpian", mantienen su lucha por la mejora de las condiciones laborales en el sector, a la que suman poder acceder a la jubilación anticipada sin penalización, debido al impacto que tiene el trabajo sobre su salud.
La asociación Kellys Unión Málaga destaca el "desgaste físico" que sufren las camareras de piso debido a su labor, por la que padecen multitud de enfermedades musculoesqueléticas, y demandan ser incluidas entre las profesiones que pueden acceder a la jubilación anticipada por la penosidad de su trabajo.
Inma Rodríguez, vocal de este colectivo, explica a Efe que la carga laboral se ha incrementado, porque cada vez tienen que limpiar más habitaciones y con más mobiliario que antes, caso de las mamparas, y a ello se une la desinfección por la covid-19.
Rodríguez, de 52 años, lleva trabajando más de diez para una empresa multiservicios y desarrolla su labor en un hotel de Málaga capital, y como otras compañeras, se pregunta "cómo va a llegar" a los 67 años.
Además, expone el caso de Ana Barranco, de 62 años, que trabaja en un hotel de Torremolinos, a la que se penaliza si se jubila de forma anticipada, pese a que tiene cotizados más de 40 años.
Desde este colectivo -que en Málaga está formado por unas 15.000 profesionales en verano, y entre 100.000 y 200.000 en España en función de la época del año- temen que la crisis de la covid-19 conlleve un aumento de la precarización en la profesión, en la que proliferan los contratos parciales.