La Sección Segunda de la Audiencia de Málaga juzga desde este lunes a tres hombres en relación con la desaparición de una joven letona en Marbella en septiembre de 2014. La Fiscalía acusa a dos de ellos, para los que pide 12 años de prisión para cada uno por un delito de detención ilegal, mientras que la acusación particular suma un tercer procesado.
La vista ha comenzado este lunes y los dos principales acusados han negado los hechos, aunque sí han admitido que conocieron a la chica y que se fue con ellos en el coche, pero "de forma voluntaria". Así, el que conducía ha explicado que paró el vehículo en cuanto la joven se lo dijo, cerca de una rotonda porque "vivía por allí", y el otro ha declarado que se quedó dormido en el turismo y no sabe más.
Los hechos sucedieron el 6 de septiembre de 2014. Los acusados, ambos británicos, y la joven se conocieron en una discoteca de Marbella y según la Fiscalía, los dos hombres pidieron a la chica que los acompañara a la casa de uno de ellos, a lo que ella "se negó abiertamente", aunque uno de los procesados aprovechó que estaba bajo los efectos del alcohol para llevarla hasta el vehículo.
No obstante, la joven estuvo "haciendo aspavientos" durante el trayecto de la puerta de la discoteca al coche "mostrando su no consentimiento a acompañar a los acusados". Pese a esto, indica el escrito de conclusiones provisionales del fiscal, al que ha tenido acceso Europa Press, el procesado la introdujo en el vehículo, donde el otro esperaba en el asiento del copiloto.
Una vez dentro del vehículo, la joven "quiso salir, siendo impedido por los acusados", señala la acusación pública, tras lo que iniciaron la marcha a gran velocidad en dirección a la casa del que conducía, "reteniendo ambos acusados en contra de su voluntad" a la chica, "sin que desde entonces se haya vuelto a saber nada de la misma y sin que los procesados hayan dado razón de su paradero".
En la sesión de este lunes del juicio, que continúa esta semana y un día de abril, el acusado que conducía el coche ha explicado que cuando salieron de la discoteca él "más bien sostenía" a la joven porque "se tambaleaba" por el alcohol, asegurando que ella no dijo que se quería ir del coche en ese momento, sino que él "paró donde ella pidió que parara", sin saber si estaba lejos o cerca de casa.
El otro acusado ha insistido en que no sabe qué pasó porque se quedó dormido en el trayecto y despertó cuando llegaron a la casa del otro, donde siguieron bebiendo y consumiendo drogas como lo habían hecho durante el día. Ambos han indicado que no vieron que la joven estuviera asustada al entrar en el vehículo y que hablaron con muchas mujeres aquella noche en la discoteca.
Días más tarde, los dos fueron a un barco del dueño de la casa, atracado en el Puerto de la Duquesa, porque este se iba de viaje a Ibiza días después. Acompañados por otros dos hombres, llevaron una maleta a la embarcación que, según ese acusado, tenía ropa de cama y se quedó allí, negando que llevaran también una especie de alfombra enrollada. Ha dicho que salieron a navegar.