El Gobierno de Irán pidió este lunes a Suecia y Reino Unido que no manden espías al país, y se quejó de que estas naciones aconsejen a sus ciudadanos que no pongan un pie en suelo iraní.
“Les pido que traten de no mandar espías a Irán”, dijo en referencia a Suecia y Reino Unido el portavoz del Ministerio de Exteriores iraní, Said Jatibzade, en una rueda de prensa.
El portavoz afirmó que países europeos “hacen ruido y arman escándalos” por criminales y espías que envían a Irán y después retratan al país persa “como si fuese un país en alerta roja” en sus recomendaciones de viaje.
En las últimas semanas varios incidentes han llevado a Suecia y Reino Unido a endurecer sus recomendaciones de viaje a Irán, como fueron el anuncio de la próxima ejecución de un ciudadano sueco-iraní por espionaje y el arresto de dos franceses acusados de provocar desorden social.
La actualización de las recomendaciones de viaje son para la diplomacia iraní “una nueva política” que estos países no anuncian oficialmente.
“En lugar de anunciar sus posiciones desde una tribuna (oficialmente), lo expresan en advertencias de viaje”, dijo el portavoz.
Reino Unido pidió a sus ciudadanos que eviten “cualquier viaje” a Irán después de que dos franceses fuesen arrestados en suelo iraní acusados de provocar desorden social y de trabajar para un servicio de inteligencia extranjero la semana pasada.
“Hay varias personas con nacionalidad dual iraní-británica que han estado encarcelados durante largos periodos”, advirtieron las autoridades de Reino Unido.
“Irán ha detenido recientemente a ciudadanos europeos, no iraníes, que viajaban con visas de turista”, añadieron.
Además, las autoridades iraníes anunciaron la próxima ejecución este mes del ciudadano sueco-iraní Ahmad Reza Jalali, condenado a muerte en octubre de 2017 en Irán por supuestamente espiar para el Mosad, el servicio de espionaje israelí.
Ese anuncio llegó después de que finalizase un juicio en Suecia del exfuncionario iraní Hamid Nurí por supuestamente participar en la ejecución de miles de opositores al régimen teocrático de Irán en 1988 con la petición de cadena perpetua.
Jatibzade además recordó hoy el caso del diplomático iraní Assadollah Asadí, condenado el año pasado en Bélgica a 20 años de cárcel por "tentativa de asesinato terrorista" durante un mitin de la oposición iraní a las afueras de París en 2018.
Respecto a este caso, el portavoz acusó a países europeos de “retener” a ciudadanos iraníes con fines políticos.
La República Islámica de Irán ha sido acusada de usar a presos con doble nacionalidad en especial, pero también de otros países, como medida de presión o para intercambio de prisioneros con otros países.
Esto ha sido denominado como la “diplomacia de los rehenes” de Irán por otros países y organizaciones de derechos humanos.