Tras semanas de incursiones de aviones y buques militares en la Zona de Identificación de Defensa Aérea (ADIZ) taiwanesa
China aseguró hoy que hará "el mayor esfuerzo" posible para conseguir una "reunificación" pacífica con Taiwán tras semanas de incursiones de aviones y buques militares en la Zona de Identificación de Defensa Aérea (ADIZ) taiwanesa.
El portavoz Ma Xiaoguang, de la Oficina para Asuntos de Taiwán, indicó en una rueda de prensa en Pekín a menos de un mes de que comience el XX Congreso del Partido Comunista de China (PCCh) que el país está dispuesto a hacer "los máximos esfuerzos posibles" para alcanzar una "reunificación pacífica".
"La madre tierra debe reunificarse e inevitablemente se reunificará", zanjó Ma, y agregó, como es habitual en las declaraciones de todos los portavoces chinos, que "la determinación de China de salvaguardar su territorio es inquebrantable".
Según Ma, ambas partes podrán "beneficiarse" de una "reunificación pacífica, democrática y buena para ambos" consistente en la aplicación del principio 'Un país, dos sistemas' como el que rige las relaciones de Pekín con Hong Kong.
Pero que las relaciones a través del Estrecho de Taiwán sean "pacíficas y estables" depende "de que sus autoridades abandonen las ideas independentistas", agregó el portavoz.
Las declaraciones coinciden con otras de un portavoz del Comando Oriental del Ejército Popular de Liberación (EPL) chino que aseguró hoy que sus unidades están en "alta alerta" por el paso de dos buques de guerra, pertenecientes a las marinas estadounidense y canadiense, que navegaron el martes por las aguas internacionales del Estrecho de Taiwán, en el segundo de estos tránsitos que realiza EE. UU. en un mes.
Al margen, el Ministerio taiwanés de Defensa denunció el martes la presencia de nueve aviones y cinco buques militares chinos en la Zona de Identificación de Defensa Aérea (ADIZ) el lunes, de las que cuatro aeronaves cruzaron la llamada línea media del Estrecho de Taiwán.
La línea media del Estrecho de Formosa, que en la práctica es una frontera no oficial tácitamente respetada por Taipéi y Pekín en las últimas décadas, ha sido cruzada constantemente en las últimas semanas por fuerzas chinas durante maniobras militares.
El sábado, Taiwán denunció otra incursión china por su ADIZ, con la novedad de haber detectado la presencia por primera vez de un nuevo tipo de dron de vigilancia armado, un CH-4.
En el último año aumentó el número de incursiones chinas, acciones que han sido condenadas tanto por Taiwán como por Estados Unidos.
Estos movimientos alcanzaron su pico de frecuencia en octubre del año pasado, cuando Pekín celebraba el aniversario de la fundación de la República Popular China, con lo que queda ahora por ver si continuarán durante el XX Congreso del PCCH que comienza el 16 de octubre y en el que el presidente chino, Xi Jinping, opta a un tercer mandato inédito entre sus predecesores más inmediatos.
La visita a principios de este mes de agosto de la presidenta de la Cámara de Representantes de EE. UU., Nancy Pelosi, irritó profundamente al Gobierno chino, que ha respondió con sanciones económicas y con el anuncio de maniobras militares en las aguas que rodean Taiwán.
China reclama la soberanía sobre la isla y considera a Taiwán una provincia rebelde desde que los nacionalistas del Kuomintang se replegaron allí en 1949, tras perder la guerra civil contra los comunistas.
Taiwán, con quien EE. UU. no mantiene relaciones oficiales, es uno de los mayores motivos de conflicto entre China y EE.UU., debido sobre todo a que Washington es el principal suministrador de armas de la isla y sería su mayor aliado militar en caso de conflicto bélico con el gigante asiático.