Areal, ex gerente del PP balear y hermano de la mujer de Matas, Maite Areal, declaró ayer ante el juez Castro en relación a este caso, en el que se investiga el sobrecoste del velódromo Palma Arena, el enriquecimiento de Matas y la supuesta financiación ilegal del PP, todo ello durante la legislatura pasada.
Durante la comparecencia de Fernando Areal, el juez ha citado unas conversaciones telefónicas que no estaban en el sumario grabadas por orden judicial, ante lo cual el abogado de Matas y de los Areal, Rafael Perera, ha solicitado la suspensión de las declaraciones del resto de imputados citados hoy para poder analizar estas nuevas pruebas.
Así, Jaume Matas, Maite Areal y el supuesto testaferro del primero, Bartomeu Reus, tendrán que declarar hoy a partir de las 09.00 horas.
Los abogados presentes en la comparecencia de Areal han mostrado su preocupación por estos pinchazos telefónicos que, presuntamente, se han realizado desde diciembre de 2009, ya que podrían contener conversaciones entre los letrados y sus defendidos.
En concreto, en una de las grabaciones mencionadas por el juez, Fernando Areal afirmaba que esperaba que Reus no le dejara “con el culo al aire” respecto a la compra de un piso en el barrio de Salamanca de Madrid, adquirido por Reus pero del que se sospecha que Matas es el verdadero propietario.
Durante su declaración, Areal reconoció que actuó como apoderado de su cuñado en el contrato por el que Matas alquiló el piso escriturado a nombre de Reus.
Antes de que se conocieran estas conversaciones, Fernando Areal también ha reconocido haber pagado 32.000 euros en dinero negro en la sede del PP al constructor que realizó las obras del palacete que Matas compró en el centro de la capital balear.