El Gobierno de Francia ha presentado un plan con el que pretende luchar contra el racismo y el antisemitismo y que incluye medidas para aplacar la discriminación desde la etapa educativa y para elevar las penas de delitos de odio relacionados con la intolerancia.
La primera ministra gala, Elisabeth Borne, ha presentado un paquete de 80 medidas desde el Instituto del Mundo Árabe en París, donde ha detallado que el plan prevé medidas que afecten a diferentes sectores como el trabajo, la educación, la justicia o el deporte, según ha informado 'Les Echos'.
Una de las medidas más destacadas acordadas tras meses de consulta entre el Ejecutivo francés y las asociaciones antirracistas afecta a los escolares, puesto que cada alumno deberá participar en una "visita a un lugar histórico o conmemorativo vinculado al racismo, al antisemitismo o al antigitanismo".
Según ha explicado la propia jefa de Gobierno, en la juventud francesa "abundan ciertas teorías conspirativas", motivo por el que ha subrayado la importancia de aplacar desde la infancia ciertos estereotipos llevando a cabo este tipo de visitas.
El plan antirracismo, que tiene entre sus intenciones "apoyar mejor a las víctimas", sistematizará las pruebas de discriminación laboral en las empresas y desarrollará herramientas con plataformas digitales e 'influencers'. También se centrará en el acceso a la vivienda para "destacar las buenas prácticas y denunciar las malas", según ha recogido el citado diario.
En relación con la Justicia, el Gobierno quiere mejorar la recogida y tramitación de las denuncias para evitar despidos sin seguimiento.
Borne ha prometido "total firmeza en (la) respuesta penal", permitiendo "el dictado de órdenes de aprehensión" contra personas que "desvíen la libertad de expresión con fines racistas o antisemitas". "No habrá impunidad para el odio", ha asegurado.
También se incrementarán las penas en caso de expresiones racistas o antisemitas "incluso no públicas" para personas con autoridad pública o responsables de una misión de servicio público, ha agregado la primera ministra francesa.
Con todo, las asociaciones que luchan contra el racismo y la discriminación han acogido este nuevo plan con cautela, incluso con mucho recelo ya que no es el primer plan de este tipo que presenta un gobierno de Emmanuel Macron.
En marzo de 2018, el ex primer ministro Edouard Philippe presentó el suyo, el cual las asociaciones reconocen como "un fracaso", ha informado la emisora Radio France Internationale (RFI).
En este sentido, la ministra delegada para la Igualdad entre Mujeres y Hombres, Isabelle Rome, ha sostenido que no quiere repetir errores del pasado, motivo por el que ha anunciado que habrá un seguimiento semestral del plan.