Esta posición ha causado malestar no sólo en CiU, que ve debilitada la posición catalana por las desavenencias del tripartito, sino también en el PSC e ICV, que no entienden la postura de los republicanos, que el presidente catalán, José Montilla, ha vinculado con la proximidad de las autonómicas.
Mientras la mayoría de las fuerzas catalanas se enfrascaban de nuevo en un debate sobre cómo reclamar la reforma de la Ley Orgánica del TC y renovar a sus magistrados antes de que dicte una sentencia que prevén dura contra el Estatut, el presidente de la Generalitat ha pedido comparecer en la Comisión General de las Comunidades Autónomas del Senado y piensa llevar adelante la reforma del TC con o sin el apoyo de CiU, según fuentes socialistas.
Estaba previsto que esta tarde CiU participase en la habitual ronda de ruedas de prensa de los grupos parlamentarios, pero al final se ha echado atrás, al considerar que su postura era la ya expresada esta mañana por Artur Mas, que ha emplazado al presidente de la Generalitat a obligar a sus socios a firmar la resolución para salvar así la “debilitada” unidad catalana.
Fuentes de CiU han explicado a Efe que siguen a la espera de que Montilla “resuelva” las “discrepancias” y meta en cintura a ERC.
CiU, de momento, se resiste a “sacarle las castañas del fuego” a Montilla firmando una resolución de la que se ha desmarcado ERC, si bien Mas podría aprovechar mañana la sesión de control al presidente catalán para anunciar su disposición a desencallar el tema, con lo que la resolución podría someterse a votación el próximo jueves, en vez de hoy, tal como se había acordado inicialmente.
El acuerdo inicial entre Montilla y Mas se había fraguado a primera hora de ayer, antes de la reunión del Govern y después de dos conversaciones telefónicas entre el presidente catalán y líder de CiU, según fuentes conocedoras de los contactos consultadas por Efe, que apuntan una tercera llamada, de Mas a Montilla, para explicarle que debía meditar su posición al ver el gesto de Esquerra.
Además del acuerdo para pedir una modificación de la Ley Orgánica del TC, los socialistas han aceptado pedir al Constitucional que se declare “incompetente” sobre el Estatut mientras CiU ha accedido a iniciar el proceso legislativo en el Senado, en donde, a diferencia del Congreso, el PSC no forma grupo con el PSOE y cualquier diferencia entre socialistas puede pasar más desapercibida.
Montilla entró así en el Consell de Govern con un pacto con CiU pero salió después con el acuerdo en peligro porque ERC no firmará en defensa de un Estatut que no votó y que ve sentenciado sea cual sea la composición del TC.
El presidente catalán ha pedido a CiU y ERC “altura de miras” y les ha llamado a “anteponer los intereses de país a los de partido” y poder enviar así un mensaje unitario en Cataluña y en España.
Pero Montilla no quiere sentirse atado sólo a los acuerdos parlamentarios y ha decidido llevar adelante una ofensiva del Govern para defender la integridad del Estatut.
Así, la Generalitat ha acordado solicitar la convocatoria de la Comisión General de las Comunidades Autónomas del Senado para debatir las propuestas de candidaturas a magistrados del TC, a fin de renovarlos y desbloquear la sentencia del Estatut.
