El taxista Ángel Sánchez Anaya, de 60 años de edad, murió en la pasada madrugada en un barrio de las afueras de Salamanca por los disparos que ha efectuado una persona, al parecer en un ajuste de cuentas, contra un cliente que transportaba, han informado a la agencia de noticias Efe fuentes de la investigación.

El crimen se ha producido hacia la una de la madrugada, hora en la que varias llamadas de vecinos del barrio salmantino de Chamberí alertaron de que se habían producido varios disparos en la confluencia de la calle Mayor con la avenida de Lasalle.

Al llegar a la zona, la Policía se encontró con el taxi, un vehículo marca Citroën Picasso, con el motor en marcha y con su conductor herido de gravedad, ya que los disparos le habían alcanzado en la cabeza.

El taxista fue trasladado por el Servicio de Emergencias 112 de Castilla y León a un centro hospitalario salmantino, aunque murió dos horas después debido a la gravedad de las heridas.

El taxista Ángel Sánchez Anaya era natural del municipio salmantino de Sequeros y llevaba como taxista en torno a diez años.

Por el momento, se sigue investigando tanto la identidad del cliente –aunque el subdelegado del Gobierno en Salamanca, Jesús Málaga, ha abierto la posibilidad de que fueran dos personas a las que llevaba el taxista- como la del autor de los disparos, que iba acompañado de otra persona en compañía de la cual huyó en un coche de gran cilindrada de la marca Audi.

Fuentes de la investigación han señalado que una persona salió huyendo del taxi, “en dirección al río Tormes” –como ha destacado Jesús Málaga–, y podría estar ya identificado pues fue grabado por la cámara de vigilancia de un establecimiento cercano al lugar de los disparos.