Zapatero, que compareció en el pleno del Congreso para explicar la situación que atraviesa Afganistán, cifró en más de 1.900 millones de euros el coste de la participación militar en la misión ISAF de la OTAN desde 2002, se ha comprometido a ampliar la información y mostró su confianza en que “la misión en Afganistán no está perdida. La misión en Afganistán se puede ganar”.
El jefe del Ejecutivo recordó a los 92 fallecidos en Afganistán y reveló que hay cuatro personas detenidas relacionadas con el asesinato de dos guardias civiles y su intérprete el pasado 25 de agosto en la base española de Qala e Naw.
Tras admitir que los más de 1.500 soldados españoles trabajan en un “escenario bélico”, Zapatero reconoció que el gran esfuerzo humano y financiero de la misión contribuye a hacer un mundo más seguro y a proteger a los españoles de amenazas que ya le han golpeado en el pasado, en referencia al atentado del 11-M.
“Debemos permanecer en Afganistán, asumiendo las actuales responsabilidades, mientras sea necesario, mientras esté en peligro la seguridad del país y de la región, la seguridad global y la seguridad de los españoles, y siempre dentro del marco de legitimidad y de consenso de la comunidad internacional”, reiteró.
Será en la cumbre de la OTAN en Lisboa, en noviembre, cuando se aclarará cómo y cuándo se hará la transición de la seguridad del país a las fuerzas armadas afganas, cuyo proceso se iniciará el próximo año y que culminará, según el presidente del país, Hamid Karzai, en 2014.
El líder del PP, Mariano Rajoy, reprochó a Zapatero que España es una de las democracias europeas “peor informadas” sobre el tipo de misión que cumplen las tropas en Afganistán.
Mostró su apoyo a las misiones en el exterior y su respaldo al Ejecutivo por los despliegues, porque “hay materias como seguridad, defensa o terrorismo en las que es bueno que no surjan diferencias ideológicas”.
Recordó que hasta hace pocos meses, el jefe del Gobierno, pese a los ya 60 ataques contabilizados de los talibanes contra el contingente español, no daba más explicación que la de la “labor humanitaria”, “y hoy -ha continuado- se sigue sin saber por boca del presidente qué es lo que ocurre allí”.
Los grupos de IU-ICV, ERC, BNG y Nafarroa Bai se unieron para pedir formalmente al Gobierno un calendario de retirada de las tropas de Afganistán.
Mientras, CiU apostó por explorar la negociación con los talibán para acabar con un conflicto que no resuelven tácticas militares.
Gaspar Llamazares, de IU-ICV, volvió a exigir la retirada porque “la situación actual es insoportable”, sobre todo por la pérdida de vidas.
Como IU-ICV, ERC pidió una estrategia “clara” de retirada, al entender su portavoz, Joan Ridao, que el objetivo que tenía la misión en 2002 de mantener la paz y democratizar y reconstruir el país “se ha trocado en una cosa muy distinta: apuntalar por la fuerza la ocupación norteamericana”.
El portavoz del BNG, Francisco Jorquera, recomendó una retirada “rápida, ordenada y segura” de las tropas, mientras que la diputada de Nafarroa Bai, Uxue Barkos, apostó también por destinar los recursos militares a la seguridad interior del país.
El portavoz de CiU, Josep Antoni Duran i Lleida, respaldó la misión, aunque ha opinado que la ISAF y los aliados están “fracasando”.
Duran apostó por “soluciones políticas y no militares” y dar paso a la negociación entre el gobierno de Karzai y los talibán, con apoyo de la comunidad internacional.
Josu Erkoreka, del PNV, reconoció que hay “fallas” en la misión, pero “el abandono sería desastroso” para la población y favorecería el terrorismo.
José Antonio Alonso, portavoz del PSOE, reprochó a Rajoy el uso del término guerra -con el que pretende “confundir” a la opinión pública-, y dijo que las críticas del PP se deben a la “mala conciencia”.