El ministro de Exteriores de Siria, Walid al Moallem, ha acusado al presidente de Egipto, Mohamed Mursi, de "incitar la continuación del derramamiento de sangre en Siria" con sus declaraciones durante la cumbre del Movimiento de Países No Alineados (MPNA), en las que ha defendido la "obligación moral" de apoyar al pueblo sirio en su "revolución" contra un "régimen opresivo".
Así, Al Moallem ha dicho que los comentarios de Mursi "violan la tradición de la cumbre" y ha subrayado que son considerados por Damasco como "una interferencia en los asuntos internos del país", según ha informado la agencia estatal siria de noticias, SANA.
"En estos momentos hay una revolución en Siria contra un régimen opresivo", ha declarado Mursi. Las afirmaciones de Mursi durante la cumbre han provocado la salida de la sala de la delegación siria.
A juicio de Mursi, no se podrá poner fin a las matanzas que se están produciendo en Siria sin una "interferencia efectiva". Asimismo, el mandatario egipcio abogó por una transición pacífica a la democracia y ha instado a la oposición siria a unirse con ese objetivo.