Al menos 49 milicianos han fallecido en norte del Cáucaso, en el marco de una de las operaciones antiterroristas más importantes de los últimos meses desarrolladas por las autoridades rusas.
El Comité Nacional contra el Terrorismo informó de que la operación se ha realizado en varias repúblicas de la volátil región y ha tenido como resultado la muerte de nueve dirigentes y la detención de 30 terroristas.
"La acción coordinada ha ayudado a terminar con las actividades de varios líderes destacados, miembros de bandas criminales y sus asociados, y ha dañado sustancialmente el sistema logístico de estos bandidos", según el comunicado del comité, recogido por la agencia de noticias Interfax.
Las operaciones, de carácter "masivo y a gran escala", según la descripción del comité, han sido realizadas por fuerzas locales y federales. El resultado ha sido la destrucción de 90 bases milicianas y la incautación de 26 arsenales de armas.
Sin dar detalles del lugar o momento exactos de esta operación, el comité parece responder así al durísimo reproche efectuado el pasado viernes por el presidente Vladimir Putin a sus responsables de política terrorista en una reunión a puerta cerrada, según fuentes oficiales bajo el anonimato, por su incapacidad para controlar la conflictiva región.
