La presidenta de Corea del Sur, Park Geun Hye, ha advertido de que Corea del Norte "será la mayor víctima", si sigue adelante con sus "provocaciones" nuclear y balística, en su ceremonia de investidura, que se ha celebrado este lunes en Seúl.
Park ha centrado parte de su discurso en la situación que vive la península coreana tras los lanzamientos de cohetes de largo alcance y la prueba nuclear que el Gobierno de Kim Jong Un llevó a cabo en abril y diciembre 2012 y el pasado 12 de febrero, respectivamente.
"La reciente prueba nuclear de Corea del Norte es un desafío a la supervivencia y al futuro del pueblo coreano, y no debe haber ningún error en que la mayor víctima será nada menos que la propia Corea del Norte", ha dicho, durante su discurso de toma de posesión.
Por ello, ha instado al régimen comunista a "tomar la decisión correcta". "Debe acatar las normas internacionales, abandonando sin demora sus ambiciones nucleares y emprendiendo el camino hacia la paz y el desarrollo compartido", ha indicado.
Además, ha reiterado su deseo de fomentar la confianza entre Seúl y Pyongyang. "Podemos construirla paso a paso, a través del diálogo, cumpliendo las promesas", ha considerado la presidenta surcoreana, en declaraciones recogidas por la agencia de noticias Yonhap.
La prensa local ha informado de que, tras pronunciar estas palabras, Park ha hablado por teléfono con el jefe del Estado Mayor, el general Jung Seung Jo, para que garantice que las Fuerzas Armadas están preparadas para responder a las "provocaciones" norcoreanas.
"DEMOCRATIZACIÓN ECONÓMICA"
Por otro lado, ha abogado por la "democratización económica", destinada a restaurar la clase media, ayudando a las pequeñas y medianas empresas, y reduciendo el poder de los grandes conglomerados empresariales de Corea del Sur.
Park ha indicado que combinará esta estrategia con lo que ha denominado "economía creativa", con la que pretende situar a las industrias de las tecnologías científica y de la información en el centro del crecimiento surcoreano.
"Voy a hacer todo lo posible para forjar una Corea del Sur próspera y donde la felicidad sea sentida en todos los surcoreanos", ha dicho, al tiempo que ha prometido "hacer florecer la cultura surcoreana".
Park, de 61 años de edad, es la primera mujer que ocupa la Presidencia de Corea del Sur. Es la hija mayor del ex dictador Park Chung Hee, que accedió al poder en 1963, mediante un golpe de Estado, y se mantuvo allí hasta 1979, cuando fue asesinado.